La salud no tiene precio, es una expresión popular que deberían tener acuñada los tres órdenes de gobierno, así sería prioridad y no tendría cabida la falta de médicos, equipos y menos de medicamentos.
La verdad sea dicha, esta problemática no es exclusiva de Tamaulipas, sin embargo, tampoco es consuelo, de ahí la queja constante de los derechohabientes de los diversos sectores de salud.
La falta de médicos, equipo y medicamento es recurrente, por ello es común escuchar a los políticos enarbolarla en sus campañas, pero una vez pasada la elección va al baúl del olvido.
Hoy renace la esperanza con la llamada mega farmacia para el bienestar del gobierno federal, con la cual se pretende acabar con la corrupción y cumplir el compromiso constitucional del derecho a la salud.
Queda claro que la intención es buena, y confiando en que el próximo gobierno federal de continuidad al proyecto, porque de no ser así, pasarán otros tantos años viviendo la misma problemática en tanto inventan otra estrategia para resolverlo.
Por lo pronto, la presunción es que con la mega farmacia termina el peregrinar de los derechohabientes que todos los días desfilan por las farmacias de los diversos hospitales públicos de la entidad en busca del medicamento prescrito y que generalmente no se tiene en existencia.
Quienes tiene enfermedades crónico degenerativas se ven obligados cada mes a hacer larga filas para recoger sus medicinas, bueno, las que haya en existencia.
Porque no se pueden cerrar los ojos a una realidad y es que últimamente existe la incertidumbre de si hay o no medicamento, si las autoridades hicieron el requerimiento o no, porque con eso de las campañas políticas tienen otras prioridades.
En fin, con la nueva estrategia, se presume que deberían de terminar las preocupaciones de los derechohabientes.
Solo esperemos que no exista retraso, porque los programas son buenos…quienes fallan son los hombres.
LA ÚLTIMA:
Los que andan “encarrerados” son los aspirantes a la candidatura para la presidencia municipal de Victoria, por un lado, el aún alcalde, que no da una, pues por todos lados le brotan las inconformidades por los múltiples problemas de la ciudad, como es el caso de la basura, los baches, el alumbrado público, y ni que hablar de los miles de fugas de agua potable y drenaje.
Claro que por Morena no son pocos los que quieren la alcaldía, ahí está el empresario llamado el “Tico”, el diputado José “Pepe” Braña, que tampoco las tiene todas consigo, y obvio que hay otros más.
Por la famosa alianza Fuerza y Corazón por Tamaulipas, está el panista Oscar Almaraz Smer, de triste memoria por los antecedentes que dejó a su paso por la administración estatal en donde se le acusó presuntamente de no dar un buen uso de más de mil 600 millones de pesos del Ipsset. Además de otras linduras.
Y otro que también busca la alcaldía es Luis Torre Aliyan, pero por el partido Movimiento Ciudadano.
En este caso, los analistas políticos le auguran un buen número de votos que reafirmaría la permanencia de su partido.
De hecho, el mismo Aliyan espera que su contrincante por parte de la alianza PRI-PAN sea el ex priista Almaraz, porque asegura que tiene mucho material para acabarlo mediáticamente hablando.
Y no es para dudarlo, pues Oscar Almaraz tiene mucha historia política para ser contada, claro, nada probado, pero si contada por los mismos panistas en su momento.
