julio 1, 2024
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Claudia Vázquez Andrade

Con todo el poder en la mano

junio 4, 2024 | 104 vistas

Bien dicen que nada es para siempre, ni el poder dura toda la vida, y eso en su momento a los políticos no les ha gustado constatarlo, sin embargo, lo han vivido, pese al esfuerzo y estrategia que muchos implementan para seguir detentando el poder a tras mano.

El mejor de los ejemplos en Tamaulipas, es el cabecismo, que a través de argucias legaloides ha mantenido sus tentáculos en algunos renglones de la administración estatal, pero confirmando que nada es para siempre, se da por asentado tras los resultados de la elección del pasado dos de junio, que solo será cuestión de meses para sacarlos del poder real.

Se podría decir, que diciembre les gustó para que se vayan, como diría la canción.

El gobierno americanista no tendrá obstáculo alguno para lograr las reformas constitucionales que echen abajo los famosos candados que permitían a los que se fueron tener injerencia en algunas acciones de la administración estatal.

Claro, que todo va a depender de los legisladores morenistas y sus aliados, que en conjunto conformarán la mayoría calificada, y de la mano de los presidentes municipales guindos y afines que juntos cumplen el requisito constitucional de sumar la mitad más uno.

Por supuesto que, con todo el poder en la mano, la procuración e impartición de justicia en la entidad, también tendrá que ser analizada y actualizada en sus titulares, dada la presunción de atender a intereses de los que se fueron.

Y quizás la mejor prueba de ello, es que no hayan llamado a cuentas y menos procesado, uno solo de los cabecistas acusados.

Ante este panorama, los tamaulipecos presumen que no habrá argumento válido para no llevar ante la justicia a todos aquellos que presumiblemente saquearon al erario estatal y abusaron en el ejercicio del poder que representaban.

Ahora sí los diputados locales de la cuarta transformación no tendrán impedimento alguno para lograr las reformas necesarias, todo está “planchado” para que funcione el congreso del Estado.

Refieren los tamaulipecos que la tarea es tan fácil, que hasta Úrsula Salazar Mojica la pudiera sacar adelante.

 

LA ÚLTIMA

Ante la crisis hídrica del sur de Tamaulipas no se cruzan de brazos, porque pese a que el Gobierno estatal está inyectándole agua al sistema lagunario, las autoridades locales ya pensaron en una solución de fondo.

Y es que, Armando Martínez Manríquez, alcalde de Altamira, planea la construcción de la primera planta desalinizadora de Tamaulipas, con una inversión de 1.5 millones de dólares por una empresa cuyas instalaciones se encuentran a escasos kilómetros de las aguas del mar,

Sin lugar a dudas que esta es la solución al grave problema de desabasto de agua.

Por lo pronto el proyecto está sobre la mesa, solo falta que autoridades y empresarios lleguen a los acuerdos necesarios.

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