NO DAN UNA.- Los estrategas de Morena en el Congreso del Estado de plano no dan una. La semana pasada vez fallaron también en su embestida contra funcionarios de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, (UAT), a quienes acusaron de beneficiarse con la venta de una camioneta de lujo presuntamente comprada a precio de ganga.
Amparados en información que, según cuentan, les hizo llegar una “ciudadana anónima”, los diputados guindas citaron a una comparecencia en comisiones al secretario de Finanzas de la UAT, Franklin Huerta Castro, para que explicara lo que calificaron como un “escandaloso caso de corrupción”, que en realidad terminó siendo un chisme.
Huerta no fue a la cita, pero les envió a los diputados un oficio aclarándoles la realidad de los hechos: los 12 mil 500 pesos que dicen fueron pagados por la camioneta, en realidad es el pago de responsabilidades tributarias generadas por la operación de compra-venta de la unidad.
A la par de ello, el rector, Guillermo Mendoza Cavazos, salió a dar detalles del asunto y precisar que el vehículo fue vendido por la UAT en un precio de 570 mil pesos, dinero que fue ingresado a las arcas universitarias a través de una trasferencia bancaria.
Con todo ello, los tácticos morenistas quedaron sin argumentos para seguir explotando mediáticamente el asunto, y de paso evidenciaron que, en vez de tiros de precisión siguen lanzando escopetazos al aire.
CÓNCLAVE EN EL SUR.- Hoy martes y mañana miércoles se reunirán en Tampico todos los secretarios de seguridad pública del país, como parte del Congreso Nacional de Seguridad Pública.
El cónclave estará encabezado por la secretaria de Seguridad Publica, Rosa Isela Rodríguez; el secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval; y el secretario de la Marina, José Rafael Ojeda.
Los anfitriones serán, el gobernador, Américo Villarreal Anaya, y el secretario de Seguridad Pública del Estado, Sergio Hernando Chávez.
El encuentro de todos los jefes de seguridad pública tendrá como propósito básico el intercambio de información y de prácticas que puedan mejorar los resultados en la lucha contra la delincuencia.
La intención es buena, pero, resulta imposible que en unos meses se vaya a modificar la fallida estrategia de “abrazos, no balazos”, que impulsó desde el inicio de su gobierno, Andrés Manuel López Obrador, y que evidentemente ha sido un fracaso.
Aun así, esperemos que algún bueno pueda salir para Tamaulipas, sobre todo porque el gobierno estatal apenas suma su primer año y puede fortalecer su lucha contra el crimen, pero también porque todavía es tiempo de evitar que la entidad regrese a aquellos tiempos idos de terror delincuencial.
LA LEY A RAJATABLA.- Por cierto, el coordinador de las mesas de seguridad, José Calanda Montelongo, exige “sanciones más enérgicas”, contra quienes hacen llamadas de broma al número de emergencias 911.
Se equivoca Don José. Para frenar a los bromistas telefónicos lo único que se requiere es aplicar la ley a rajatabla porque las sanciones para esa conducta delictiva no son cualquier cosa. El Código Penal prevé penas de tres y hasta siete años de prisión.
El problema, como ya se ha dicho con insistencia, es que ha faltado voluntad de las autoridades para procesar a quienes han hecho de esa práctica un deporte. Entre el 80 y 90 por ciento de las llamadas al 911 son falsas.
Bajo ese ese escenario, en vez de castigos más severos, lo que el coordinador de las mesas de seguridad debería estar exigiendo es simplemente la aplicación de la ley.
Cuando se comiencen a difundir los primeros casos de bromistas enjuiciados, el problema irá decreciendo. Simple, el asunto.
ASI ANDAN LAS COSAS.