febrero 5, 2025
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Melitón Guevara Castillo

Confianza para gobernar

enero 14, 2025 | 82 vistas

Melitón Guevara Castillo

 

El ser humano, el animal político como se le califica, se pasa la vida luchando por el poder. Y cuando lo consigue, según las reglas del juego, tiene que compartirlo: al menos es lo que se estila, o se explica, desde hace muchos años. Quien es candidato, para ganar, se ve en la necesidad de hacer alianzas o acordar negociaciones, de tal suerte que una vez que tiene el poder en sus manos, tiene que cumplir con los compromisos que se hicieron para la campaña: así es como le da forma a su gabinete.

En todos los casos se manejan dos momentos: el de inicio, cuando se integra un gabinete cumpliendo con los compromisos, así que, por esa razón, se deja a los amigos en otras posiciones, esperando el momento. Es lo que acaba de ocurrir con el gobierno de Américo Villarreal: el gabinete de los compromisos ya cumplió su ciclo y se da inicio, como bien dicen, a retomar de manera completa el ejercicio del poder. Y es que, como todo gobernante, Américo también piensa en el mañana y en la posibilidad de trascender, claro, con los amigos.

 

LA CONFIANZA

Quienes han estudiado el reclutamiento político, como Peter H. Smith o Roderick Ai Camp, no vacilan en señalar que el reclutamiento es a través de la familia, los amigos o camarilla. El nombramiento que recibió Vicente Joel Hernández como titular de Salud fue posible a la confianza, por la amistad, que le tiene Américo Villarreal. ¿Por qué sucede así? Más de una vez lo explicó AMLO: la necesidad de contar, como colaboradores, a personas leales, firmes en el compromiso. Es lo que da la confianza, digamos, para gobernar.

Desde el inicio del sexenio, de manera contundente, se dijo que servidores públicos como Adriana Lozano Rodríguez, respondían a compromisos de campaña; igual es el caso de Héctor Villegas González. Adriana fungió como tesorera estatal, en tanto que Héctor aún continúa como secretario general de Gobierno y ya, entiéndase, unos hacen sus apuestas de si pronto también va a presentar su renuncia por “motivos personales”. Si tomamos como buena, la explicación, de que uno y llegaron a cargos públicos por “compromisos”, la cuestión es si fueron o no institucionales o, dado el caso, respondían en sus trabajos cotidianos a esos “compromisos”.

 

GRUPOS DE GOBIERNO

En el ejercicio del poder tamaulipeco siempre, sin excepción, ha funcionado el poder de la camarilla: creo que las más específicas, en su momento, fueron las de Tomás Yarrington como las Eugenio Hernández Flores: destacando, por otra parte, que el líder del ejercicio del poder, por lo regular se deja llevar por su origen geográfico: Tomás de Matamoros, la mayor parte de sus principales colaboradores fueron de Matamoros; y en el caso especifico de Eugenio, ni como negar que buena parte lo fueron de la capital, de Victoria.

En el sexenio anterior, dado el proyecto político de quien ejerció el poder, vimos como nos invadieron forasteros: venían de la CDMX, como de otras ciudades, Puebla: solo recuerden de donde es Irving Barrios. Nos gobernaron forasteros y otros llegaron de Reynosa, como parte de la camarilla que asumió el ejercicio del poder tamaulipeco.

No extraña, luego entonces, que ahora con Américo Villarreal Anaya lleguen al ejercicio de el poder ciudadanos victorenses: al renunciar Adriana a la tesorería estatal, su lugar lo ocupa Jesús Lavín Verastegui, ampliamente conocido en la capital, pues se le recuerda como director de la Facultad de Comercio-Victoria. Y no extraña, tampoco, que su lugar en la secretaria de Administración, ahora sea ocupada por María Eugenia Manautou Galván, también victorense, otrora profesora universitaria y que cuenta con una extraordinaria experiencia en el servicio público.

 

EL MEJOR ALCALDE

A lo largo de la historia hay las peculiaridades de cada gobernante: una de ellas, es que apoyan a su región. En el sexenio anterior, cosa que ya no quiere uno recordar, Victoria fue castigada por el Gobierno estatal. Con la llegada de Américo al gobierno estatal, se notó de inmediato el apoyo: lo primero fue el fondo de capitalidad, que sirvió para mejorar el servicio de recolección de basura; y, luego, ahí está el reiterado anuncio de como Américo ya logró que se avance en la segunda línea del acueducto… No por algo, para algunos Américo ya es uno de los mejores gobernadores capitalinos.

 

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