Felipe Martínez Chávez.-
El partido Morena se afianzó en los órganos de control del Congreso del Estado y hasta podría alcanzar la mayoría calificada de votos.
Golpe para los celestes cabecistas. A como se ven las cosas, los azules ya no podrán arrebatar el mando por el resto del trienio.
Perdieron todo, hasta la vergüenza porque no acudieron a la plenaria de este martes, como es su costumbre. Siguen de vacaciones.
El Tribunal Electoral -Sala Monterrey- confirmó a Morena la Junta de Gobierno y la Junta de Coordinación Política, donada esta última a Félix Moyo García Aguiar para que leer efemérides en las sesiones. No la quiso.
A menos que surja algún recurso adicional en la cadena impugnativa, el guinda está firme en el manejo de la 65 legislatura, tal y como el respetable le dio el voto en la mayoría de los escaños en 2021. Solo resta negociar los votos necesarios para hacer mayoría calificada (necesita 24).
Terminan dos años de pleitos y disputas que comenzaron cuando las morenas Leticia Sánchez Guillermo y Lidia Martínez López, de Matamoros y El Mante, se pasaron a filas del enemigo ¿por alguna lanita? Es la sospecha.
Y si al magistrado Osiris Sánchez Rivas le queda algo de dignidad, debe ser penoso para él que la Sala Monterrey haya revocado su ponencia en que devuelve al PAN, y en particular a Moyo, el mando del Poder Legislativo.
Si no tiene pena, como parece, seguirá luchando para favorecer las impugnaciones pendientes, que son varias, aun por encima de la Ley.
Bien claro dice la Sala Monterrey, por unanimidad de votos, que el Trieltam no se debió meter en asuntos de la legislatura porque no tiene competencia.
“Lo dijimos, siempre nos asistió la justicia, la razón y la verdad jurídica, comentó la coordinadora parlamentaria Úrsula Patricia Salazar, misma que se queda con los dos huesos, Junta de Gobierno y Coordinación Política.
Como dice el adagio: Los carniceros de hoy serán las reses del mañana. Úrsula estuvo a punto de ser desaforada por los panistas inventándole expedientes en la Fiscalía. Hoy se afianza con todo el poder.
Con seguridad, ya sin la presión de las demandas por quitarle el mando, trabajará por la mayoría calificada. Morena tiene 16 asientos, más su aliado Gustavo Cárdenas de Movimiento Ciudadano y las tres del grupo Independiente, lo que suma 20 votos. Le faltan para las dos terceras partes.
El PAN tiene 13 más el priista Ángel Covarrubias y dos escaños de sus aliados del PRI. En las próximas semanas podrían ser menos si se dan acuerdos.
Ya entrados en el tema, el Congreso metió cuña en los organismos autónomos manejados por el cabecismo, al designar en las Contralorías a gente identificada con Morena. Fuera un Raúl Robles Caballero, son gente nueva en el medio.
Gladys Teresa Torres Castillo, de Victoria, con antecedentes en Bienestar Social, ocupará la contraloría del Instituto de Transparencia. Es egresada del Cebtis 119, titulada en Administración por la UAT y con maestría en el Colegio de Tamaulipas. Le ganó le chamba a Luis Lauro García Barrientos, proveniente de las filas tricolores que dominaron en los últimos sexenios.
Yolanda Magaña Pantoja se hará cargo de vigilar las uñas a los pillos en la Comisión de Derechos Humanos, una institución abandonada por la cabecista Olivia Lemus, dirigiendo un ejército burocrático de cien elementos.
Pantoja es egresada de la UAT como contador público y sus antecedentes en el sector público son escasos. Llega sin compromisos.
Carlos Alberto Aranda Jiménez se hará cargo de la Unidad de Control del Tribunal de Justicia, otro elefante blanco que emite tres o cuatro sentencias por año.
Había trabajado en la misma como jefe administrativo a comienzos del cabecismo. Es economista por el Tec de Monterrey, con licenciatura en Informática por la Universidad de Colima. Luego se dedicó a la iniciativa privada.
Raúl Robles Caballero va al Ietam. Es la excepción en experiencia en el sector público. Ha participado en instancias electorales y el Consejo de la Judicatura ¿cómo brincó con los morenos? Es la pregunta.
Y hablando del tema del paro de profesores, hay resistencias a liberar las escuelas tal y como se dio el acuerdo en la Secretaría de Gobernación, con la participación del Gobernador Américo Villarreal y el líder nacional del magisterio Alfonso Cepeda Salas. La calzada de Tamatán seguía bloqueada.
El compromiso fue reanudar clases el miércoles, pero el líder andaba perdido. Deben instalar mesas de trabajo para analizar casuísticamente los problemas del magisterio.
Por su parte el PRI Tamaulipas inició la toma de protesta de sus nuevos comités municipales para reactivarse para lo que viene. El jueves toca Llera, Ocampo, Nuevo Morelos, Antiguo Morelos y El Mante. El viernes González y Casas.
La próxima semana Güemez, Jiménez y Abasolo donde el tricolor es administración.
Van en alianza con el PAN y PRD, pero no se sabe si será total o parcial. Hay municipios en que el tricolor está en condiciones de competencia sin requerir guajes para ganar. Veremos en qué quedan.