diciembre 3, 2024
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Melitón Guevara Castillo

Conocer al enemigo

septiembre 23, 2024 | 124 vistas

Con la aprobación de la reforma judicial se terminó un combate que hace más de 20 años inició Andrés Manuel López Obrador con el sistema político mexicano. Se tumbó el último barracón de los neoliberales, de los conservadores, de la mafia del poder. Hagan de cuenta, con el regalo que los legisladores hicieron a AMLO, como lo pidió Mario Delgado, se le cumplió el sueño que forjó como opositor al sistema. Destruir las reglas del juego y darles vida a otras.

En alguna ocasión le escuché a AMLO explicar porque el General Felipe Ángeles era una referente: la estrategia, es lo que le admira a esa general. Y nosotros, como mexicanos, no podemos dejar de admirar, en este caso, como fue forjando una estrategia de lucha y de poder para enfrentar a un enemigo y, al final, derrotarlo. Por eso es lo que hizo, derrotó a un enemigo y, vamos pues, para que al nuevo poder político lo derroten, la oposición tiene que hacer lo que AMLO: conocer al enemigo para poder vencerlo.

 

LECCIÓN DE HISTORIA

Una de las cosas que aprendió AMLO de la historia política mexicana es cómo debe ejercerse el poder: tardó 18 años en vencerlo porque sus pilares, en un principio, eran fuertes, sólidos. Daniel Cosío Villegas lo explicó muy bien, de porqué el presidente en turno (era priista) era fuerte, todopoderoso, por la centralización del poder, por la existencia de una democracia simulada. ¿Cuándo cambió todo? Cuando esos cimientos se fueron derribando por una oposición incipiente, que le quita poco a poco espacios de poder, hasta quitarle la presidencia de la República.

Y los ensayos de alternancia del PAN, que solo duró 12 años, fue precisamente por eso: por ser iguales o peores que el PRI, y el descontento del pueblo fue creciendo en la medida que un opositor como AMLO desnudaba, le quitaba la máscara, al ejercicio del poder basado en la corrupción y el nepotismo. Y centró toda su narrativa solo en quienes, con el poder de su voto, eran capaces de quitarlos: los pobres, primero los pobres, estableció y se ganó su aprobación. Por eso llegó al poder, y por eso, su estrategia funcionó: ya se consolidan y, por lo que se ve, ya hasta está planeado quienes serán los próximos dos presidentes.

 

CENTRALIZACIÓN Y CONTROL

El ejercicio del poder se visibiliza con sus decisiones y acciones. En este caso, el aprendizaje fue evidente: el ejercicio del poder se tiene que centralizar, para que no haya dispersión de acciones y todas, todas, vayan hacia un mismo fin: en este caso, fue claro, dejar sentado que el poder le pertenece a Morena como partido, podemos decir, a AMLO como líder moral o real del partido. Y la mejor evidencia de que es el líder indiscutible es la expresión que unos y otros repiten: es un honor estar con Obrador.

Para que la centralización funcione tiene que haber un control: fue la enseñanza recibida en su tiempo de oposición: el poder se ejercía al tener la forma, los mecanismos, para presionar, para obligar a otros, a hacer su voluntad… esa es una definición de poder: y AMLO la convirtió en realidad cuando fue capaz de manejar un proceso sucesorio con reglas y procedimientos que estableció con premios para los que perdieron siempre y cuando se portaran bien: fue lo que sucedió con Ricardo Monreal y con Marcelo Ebrard, que no tuvieron los elementos para lograr sus ambiciones personales. Pero AMLO si los tuvo para convertirlos en fieles corderos, seguidores de la 4T… como los tuvo para doblegar a otros enemigos, enquistados en la oposición.

 

EL LEGADO

Cuando AMLO enfermó de covid, en una de tantas, en un video habló de la necesidad de hacer un testamento político. El tiempo le alcanzó para convertirlo en realidad: Claudia Sheinbaum ha reiterado más de una vez que su compromiso es construir el segundo piso de la 4T. Pero, además, observar la composición del gabinete presidencial, como de la nueva estructura de Morena, no puede uno dudar que su legado va a perdurar. Por lo pronto, se pronostica, que el nuevo partido en el poder va a durar décadas; y en este momento, se piensa, ya están enlistados los próximos dos presidentes.

Los mecanismos legales ya están vigentes, como es la revocación de mandato; las decisiones políticas y la repartición del poder que nace de ejercer el gobierno, también y nadie duda que pueda darse una desviación a las reglas establecidas por AMLO. Para que Morena pierda, algún día el poder, solo puede darse en dos vertientes: 1) Que aparezca un opositor, similar a AMLO, terco, perseverante y que cale hondo en la voluntad del pueblo; 2) Que en Morena suceda lo que vislumbra la obra de Goya: Que Saturno devore a sus hijos, es decir, que la propia 4T engendre en su interior desequilibrios y conflictos que faciliten su autodestrucción; y para que esto suceda, es que AMLO sea rebasado como líder moral, centralista y detentador en sus manos de los necesarios controles políticos.

 

HISTORIA Y OPOSICIÓN

La historia indica que la oposición política al otrora poderoso PRI inició en los municipios, siguió en los estados, hasta llegar a la presidencia: empezó a perder gobiernos municipales, diputaciones y senadurías, gubernaturas hasta perder la presidencia. Y el riesgo que tiene Morena es que, en un principio, echaron mano de todo tipo de personajes: como el caso de Rubén Rocha Moya, gobernador de Sinaloa: que reconoció haber negociado por los grupos delincuenciales para llegar al poder; o como el caso de Evelyn Salgado, en Guerrero, que sustituyó en la boleta a su padre; o el de Layda Sansores en Campeche, que con sus acciones no abonan nada, pero nada, al fortalecimiento de Morena en el poder.

 

 

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