Ayer arrancaron oficialmente las campañas de 1808 candidatos para presidentes municipales en 30 de los 32 estados del país. Sólo en Veracruz y Durango no habrá elecciones municipales. Ante la lluvia de mensajes que ya han empezado a circular en redes y medios de comunicación habrá que ser muy cuidadosos con la información de los más de 20 mil cargos políticos que estarán en juego. Mencionaba en una columna anterior la monumentalidad de las votaciones del próximo 2 de junio donde además de los ediles con su correspondiente cabildo, se votará por nueve gobernadores, 500 diputados, 128 senadores y por la presidencia de la república. Hasta dónde habrá congruencia en los mensajes, hasta dónde habrá invenciones y calumnias, hasta dónde será creíble lo que se difunde. Vaya tarea la que tendremos la mayoría de los electores. Algunos ya sabemos con cierta certeza qué camino tomar, pero habrá que estar atentos porque no todos los postulantes indistintamente del partido cuentan con el mismo bagaje para asumir tal o cual puesto. Y para los que no han decidido podrían elegir lo peor. No ir a votar. Total, todos son iguales. O irse por la inercia de quien tenga más anuncios y publicidad; de seguro ese es el bueno. La guerra de las encuestas ha sido otra constante en esta batalla sin igual. Ya han empezado a circular mensajes sobre la “vendetta” de uno de los pocos medios de comunicación que se mantenían como contrapeso al poder y que para muchos por circunstancias que desconocemos ha cedido a la presión gubernamental. Mientras otras encuestas ponen con menos porcentaje de diferencia entre Xóchitl y Claudia, es ahora el Reforma quien pone una de las encuestas con las diferencias más insalvables. Allí es donde lo que para muchos era certeza empieza la incertidumbre. A quién habrá que creer. Quien tiene la razón o quien tiene la última verdad sobre tal o cual situación. En tiempos electorales las condiciones son muy complejas. Pero bien valdría la pena hacer un comparativo ahora que estamos empezando la pascua de lo que Charles Van Doren autor de la Historia del conocimiento considera son los dos tipos de conocimiento que están caracterizados por la certeza. El conocimiento con propuestas evidentes como lo que pronunció Thomas Jefferson en el acta de independencia. “Todos los hombres nacen siendo iguales”, el otro conocimiento es la fe. Si lo dijo Moisés es cierto y para otros si lo dijo Buda es real, es la última verdad. En contraparte la ignorancia un tema que estuvo hace días de moda entre mensajes del cono sur para acá y viceversa es una bendición mientras se mantiene como ignorancia, cuando somos conscientes de tenerla deseamos empezar a salir de ella y conocer la otra realidad. Eso esperamos suceda en estas elecciones. Ante la avalancha de mensajes de todo tipo muchos nos empezaremos a sentir ignorantes del tema, habrá que saber leer entre líneas, deducir quién dice la verdad, quién habla con mayor certidumbre, qué candidato tiene mayor credibilidad, cuáles han sido sus cartas credenciales para llegar allí, quién tiene mayor capacidad de enfrentar los retos que se avecinan, qué casa encuestadora tiene mayores aciertos en su historial predictivo, qué propuestas de gobierno suenan más aterrizadas, creíbles y posibles. Lo probable siempre tiene cabida, lo posible tiene mayores restricciones. Ofrecer se dice no empobrece, pero estamos cansados de las ofertas milagrosas que jamás llegan a concluirse. Preferible propuestas realizables porque en materia de política la fe tiene un espacio restringido. Es un conocimiento que no tiene evidencias reales, pero nos gusta siempre tener una veladora prendida y tener fe que tal o cual cosa pueda acontecer o tal vez, aunque no sea de nuestra preferencia el ganador no siga alimentando al país de falsas promesas, falsas esperanzas, datos dudosos y deudas incalculables. Entre gobiernos malos de aquí y de allá, México ha ganado posiciones alarmantes de descalificación que antes jamás tenía. Educación, Salud y seguridad siguen siendo temas candentes en el tintero. Esperemos que la ignorancia no sea la ganadora en estas próximas elecciones porque lo que está en riesgo es mucho más de lo que imaginamos.
