noviembre 21, 2024
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Alfredo Arcos

Contra la obligación de elegir

noviembre 1, 2024 | 140 vistas

 

El pasado miércoles 30 de octubre, como parte de la programación de la edición 2024 del Festival Internacional en la Costa del Seno Mexicano, presenté en la biblioteca Octavio Paz de Nuevo Laredo, el libro Contra la obligación de elegir del escritor Pável Granados. Comparto aquí algunas palabras que dije para la ocasión.

Pável Granados es, además de escritor, curador musical, editor y colaborador en una veintena de libros y, para mayores señas, se le ubica en la conducción, al lado de Eugenia León, del programa de televisión Ven acá, en Canal Once.

“Contra la obligación de elegir” recoge una serie de textos, mayormente sobre literatura, publicados originalmente en diversos espacios como el semanario Proceso, la revista de la Universidad Veracruzana, entre otros. El ensayo que da título al libro deriva una observación del autor sobre la obra de Alfonso Reyes, donde se mezcla, con igual fortuna, lo leve y lo complejo. Para don Alfonso “el que sólo canta en do de pecho no sabe cantar”. Y como el buen juez por su casa empieza, Reyes hizo suya esa divisa, al grado que el crítico Antonio Castro Leal distinguía entre un Alfonso y un Reyes: Alfonso escribía para todos y Reyes para pocos. Generoso, como es, Pável se rebela contra la obligación de elegir y abraza a ambos. Este gesto cifra el estilo de Granados, quien nadará en esas dos aguas.

La entrega que más celebro es la titulada “Una batuta olvidada”, ahí tenemos a un escritor erudito (en la música popular mexicana) pero colmado de gracia. Sin embargo, no es la única donde asoman anécdotas jocosas como la contada cuando aborda a Ignacio Ramírez: es tradición entre los escritores mexicanos el desacuerdo con sus circunstancias; cuando a “El Nigromante” se le pregunta qué es lo que más le gusta de México, no duda en contestar “Veracruz, porque por allí se sale”. Y nos recuerda que Enrique González Martínez dijo de Luis G. Urbina que era feo sin atenuantes.

En el terreno literario se suma al asedio a sor Juana Inés de la Cruz y de entre los múltiples exégetas de la décima musa privilegia los comentarios de Antonio Alatorre. Se agradece que repare en la obra de escritores mexicanos hoy prácticamente olvidados como Bernardo Couto Castillo, Roberto Argüello Bringas y Pedro Requena Legarreta; de este último, Gabriel Zaid comentó que pasó de ser famoso, sin ser leído, a quedar descartado, sin ser leído. Por otra parte, en donde Pável Granados se detiene en el análisis es en sus estudios dedicados a un par de poetas:

Rubén Bonifaz Nuño y José Emilio Pacheco. Sirva citar a este último para honrar las formas breves, en la que se enmarca el libro que hoy comento, recordando el siguiente poema suyo: Lección de estilo: los sapos/ a orillas de su charca,/bien sentaditos,/ frescos, felices,/ con la piel húmeda bajo el calor del verano,/ parecen dar las gracias por su breve existencia.

En el centenario de la muerte de Ramón López Velarde nos recuerda que, al igual que Juan Rulfo, fue un gran lector de escritores europeos; el jerezano sacó provecho de sus lecturas de poetas belgas como Jules Laforgue, de quien aprende a adjetivar inesperadamente. Por cierto, y aquí cierro, esta entrega la escribí con maniáticos dedos de sastre.

 

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