noviembre 21, 2024
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Antonio Torres

¿David Cerda el que sigue?

octubre 11, 2024 | 140 vistas

Las últimas semanas los diferentes medios de comunicación dieron cuenta del atentado del que fue objeto el licenciado Edgar Danés Rojas, magistrado presidente del Tribunal Electoral de Tamaulipas; sin embargo, a la fecha ya se encuentra recuperado, tan es así, que ha convocado y participado en diversas sesiones del mencionado tribunal.

Por otro lado, el magistrado también atrajo la atención mediática, pero esta vez, por la presunta comisión de delitos en perjuicio de una menor, así como de una extrabajadora del Tribunal Electoral.

Derivado de tales hechos, la Fiscalía General de Justicia de Tamaulipas formalizó ante el Congreso del Estado, la solicitud de desafuero del magistrado presidente en mención, a fin de que sea procesado penalmente por los presuntos delitos que se le atribuyen.

Bajo ese contexto, valen la pena algunas reflexiones.

Primeramente, debemos considerar que inevitable e indudablemente en el Congreso Local se seguirá el trámite respectivo de la solicitud de desafuero y, en su oportunidad, la decisión recaerá en las bancadas de la transformación; es decir, las y los diputados de Morena, Partido del Trabajo y Partido Verde que concentran 26 del total de 36 diputados decidirán la suerte del desafuero.

En otras palabras, en esta 66 Legislatura están dadas todas las condiciones aritméticas para que las y los diputados morenistas y sus aliados, si así lo consideran, procedan a desaforar al magistrado presidente del Tribunal Electoral, de ahí que este, en su calidad de perito en derecho, debe estar plenamente consciente de tales circunstancias.

Lo anterior, sin duda alguna ya constituye un precedente histórico, legislativo, político, institucional y, por supuesto, jurídico en Tamaulipas y en nuestro país.

Además, una vez que se decrete el desafuero habrá de llegar el asunto al Supremo Tribunal de Justicia del Estado y, aquí, razonablemente surgen una serie de cuestionamientos que incidirán en el curso mismo del proceso en mención.

En efecto, uno de los inevitables cuestionamientos consiste en la postura y participación que asumirá el licenciado David Cerda Zúñiga, en su calidad de presidente del Supremo Tribunal del Poder Judicial de Tamaulipas; lo cual se torna interesante, en virtud a que su llegada se dio gracias al impulso del cabecismo.

En palabras simples, ya veremos si el comportamiento frente al asunto del magistrado Danés se regirá por los principios jurídicos o por los compromisos pasados.

En conclusión, los miedos del magistrado David Cerda Zúñiga, presidente del Supremo Tribunal de Justicia del Estado y sus compromisos con el ex gobernador no pueden ser la medida y la pauta en el tratamiento del expediente instaurado al todavía magistrado del Tribunal Electoral; de ahí que no hay margen de error, puesto que, aun y cuando sea presidente, el próximo desaforado puede ser el propio don David.

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