Mauricio Zapata
En Tamaulipas hay cada personaje; unos son para bien, pero otros para mal.
Estos últimos, son los que, lamentablemente, acaparan los reflectores y dan de qué hablar.
Esta semana ha habido dos, que, ah cómo han causado polémica y los seguirán haciendo.
Su personalidad es sui géneris. Aunque no quieran, ahí están y son objeto de todo, incluso, hasta de burla.
El primero de ellos, es el panista Ismael García Cabeza de Vaca. Al que, por cierto, deberían hacerle un estudio clínico en la OMS, ya ve que con eso que su covid le duró dos semanas, no vaya a ser que tenga alguna cepa que el mundo desconozca y del que se tenga que cuidar.
Pero bueno, el ya por fin diputado local, se presentó el martes a la sesión del Congreso del Estado. Llegó como si nada y hasta saludando hasta el más humilde empleado. Ni él se la creyó.
Después pasó a su curul. Estuvo casi todo el tiempo acompañado de sus asesores hasta que los tuvieron que echar, porque nomás estorbaban.
Luego, para sorpresa de muchos, presentó una iniciativa dirigida para él mismo, aunque le puso un aderecito por ahí para ver si jalaba con sus adversarios. Pidió que la residencia de un tamaulipeco continuara a pesar no residir en el estado. Le puso como condimento algo que, nada qué ver: reducir la edad para ser legislador.
Además, solicitó que fuera discutida y aprobada en ese mismo momento, cosa que rechazó el pleno. La mandaron a comisiones. Luego se quejó de que Morena no quiere a los jóvenes.
Después de un ratito, se cansó y se fue antes de que terminara la sesión. A la plenaria de ayer no fue. Ya había trabajado demasiado en la víspera. Y, créalo, irá a chambear, a lo mucho una vez al mes.
El otro personaje es Eduardo Gattás, el alcalde denunciado, que ayer se fue a la Ciudad de México a ver si Mario Delgado le hace el paro con la demanda de remoción. Pero para que nadie entre al palacio municipal, se inventó una fumigación o algo así. No vaya siendo que algún bicho se coma los papeles importantes.
Ni a cual irle.
En fin. Ese es el Tamaulipas de hoy con sus personajes políticos que no le aportan nada a la ciudadanía, salvo malas anécdotas.
EN CINCO PALABRAS.- Y creen que son queridos.
PUNTO FINAL.- “No pueden romper lo que ya está roto”: Cirilo Stofenmacher.
X: @Mauri_Zapata
