Felipe Martínez Chávez
Para la elección de 2024 los gays, discapacitados y migrantes tienen reservado un espacio en por lo menos 15 ayuntamientos (35 por ciento) y el Congreso de Tamaulipas.
Lo aprobaron los diputados este jueves para dar oportunidad a grupos vulnerables, marginados a la hora de postular candidatos.
Desde luego que hay voces a favor y en contra. Cada quien, según su criterio, verá el vaso medio vacío, o medio lleno. Las bancadas dieron su visto bueno por unanimidad.
Fueron tres iniciativas para dar paso a reformas a la Ley Electoral, cuya vigencia entrará en vigor de inmediato, para tener diputados y regidores LGBTI en 2024.
Se pronostican situaciones parecidas a las de 2018 en Oaxaca cuando decenas se hicieron pasar como diversidad sexual, para agandallar cargos por elección. Sedicentes homosexuales eran abuelos.
En 2022 se dio un antecedente en Xicoténcatl, Tamaulipas, cuando el árbitro despojó de su candidatura a alguien notoriamente de la diversidad sexual, que porque no lo había manifestado previamente.
En política hay muchos gandallas que son capaces de declararse homosexuales o bisexuales con tal de seguir en la nómina.
¿Cómo puede alguien acreditar –para ser candidato- que es gay, lesbiana, bisexual, transexual, transgénero o intersexual?. La ley se las puso muy fácil: Basta su adscripción, decir que se tiene la pertenencia a dicho grupo.
Todo puede ser posible. Muchos y muchas están en el clóset y esta puede ser la oportunidad para probar las mieles del presupuesto, o los “vivillos” para hacer trampas.
Según el Inegi, en México hay 5.0 millones de personas que se identifican con una orientación sexual, equivalente al 5.1 por ciento de la población de 15 años y más (ocupamos el primer lugar mundial, como circulan cuadros comparativos).
En Tamaulipas según el propio Instituto, hay 87,614 que en el último censo manifestaron tener una preferencia LGBTI. Nos conceden el lugar 24 a nivel nacional, entre las 32 entidades. El 3.3 por ciento de los paisanos están en la diversidad sexual.
Andamos muy abajo en ese tipo de población. Las entidades que lideran son Colima, Yucatán y Guerrero con más del ocho por ciento, por lo cual ya deberían tener no solo un diputado sino muchos más.
Extrañamente el dato del INEGI refiere que en territorio nacional la mayor parte del segmento declaran ser bisexuales y siguen los gay u homosexuales, a diferencia de Tamaulipas donde encabezan los segundos.
Ante las dificultades (legales, por aquello de los derechos humanos) para comprobar que alguien anda en esos segmentos, alguien propuso que por lo menos es necesario que la proposición de candidatos surja de una organización de personas de esa orientación. Se evitarían problemas.
Pero sin duda la fama pública –aunque privada- de quienes ejercen sus preferencias sexuales, es la mejor carta de presentación para tener derecho a una candidatura, o directamente al Congreso del Estado. La comunidad protestaría contra los farsantes.
Es obligación que cada partido registre por vía plurinominal o por mayoría, aparte de los ayuntamientos.
Problema mayor para los auténticos migrantes el acreditar candidatos. Son muchos los requisitos, y más los gandallas que tienen años viviendo del sudor de otros sin haber cruzado el río Bravo y menos de mojados.
Para el proceso electoral que inicia en septiembre será obligación registrar a un paisano en la lista plurinominal, no más allá del séptimo lugar. Con ello van seguros a la nómina. Hay partidos que cosechan hasta diez de las que no cuestan nada.
A los auténticos mojados o pasaporteados se les va a dificultar, como eso0de conseguir: Constancia de residencia en el país en que viven, lo que se puede comprobar con licencia de manejo, credencial de salud, visa de trabajo.
Deben tener doble nacionalidad y domicilio formal en México (la mayor parte se van a la buena de Dios).
Tan es así que, en Tamaulipas, desde el 2022 el padrón de paisanos en el extranjero es de 2,481 ciudadanos residentes en 32 países.
De ellos, en la elección por la gubernatura del 2022, votaron el 37.7 por ciento, mientras que en la extraordinaria de febrero del 2023 lo hicieron 730. No se van de México pesando en el voto.
Datos oficiales dicen que en el lado americano residen o 25 mil tamaulipecos, muchos en forma temporal y otros por más tiempo. El requisito para ser candidato es que estén fuera del país por más de seis meses.
Bueno, el espacio se termina ¿y los discapacitados?. Es requisito serlo en forma permanente y demostrarlo con certificación médica de institución reconocida. Hay con problemas físicos y mentales, lo que no es impedimento para que sean diputados.
