Alfredo Guevara
Dos problemas serios están a punto de salirse de control por parte de la autoridad. El primero tiene que ver con la incalculable cantidad de motocicletas que circulan en la Capital, algunas de estas para uso particular y otras para realizar actividades de entrega de alimentos o productos.
Desde 2023, la secretaria de Finanzas ADRIANA LOZANO promovió un programa para que los propietarios de motos pagaran derechos, se integraran al padrón de contribuyentes y recibieran sus placas para circular.
La funcionaria pública reconoció la existencia de una cantidad elevadísima de motos que circulan en los principales municipios de la entidad, la mayoría de estos vehículos de dos ruedas sin identificación.
¿Grave? Desde luego que lo es, en base al número de accidentes en los que se ven involucrados los que conducen, la cantidad de robos y asaltos, así como otra serie de delitos que se han cometido.
Y si bien el secretario de Seguridad Pública SERGIO HERNANDO CHÁVEZ GARCÍA, Tránsito local y Guardia Estatal han participado en operativos para decomisar las unidades cuyos propietarios no tienen documentación, el problema es que nadie las reclama después.
Hace unos días, JOSÉ CALANDA MONTELONGO Coordinador Estatal de las Mesas de Seguridad confirmó que la cantidad de motocicletas que circulan es incalculable y que aun cuando se decomisan, nadie las reclama, posiblemente porque no traen documentación, aparte de no usar cascos e ir más de dos personas en una sola unidad.
El problema es real, grave como complicado, pero si no se empieza a meter orden, se saldrá todavía más de control. Y aunque el otro tema no involucra a la Capital del Estado, también debe ser una llamada de atención la elevada cantidad de cocodrilos o lagartos en los municipios de Tampico, Madero y Altamira. Es obvio que, en algunas partes de esa zona, debe haber un criadero o zonas donde se reproducen en forma rápida.
Hay casos en los que este tipo de especies han atacado a personas, otros en los que han sido capturados y unos más que se ven tranquilamente cruzando las calles ante la vista de la gente.
Se trata de una especie que, si bien pudiera no estar en vías de extinción, debería preservarse y de ser posible, utilizar su carne y piel. Hay quienes aseguran que la piel de cocodrilo se puede usar para elaborar cintos, botas y carteras, e incluso, su carne es comestible.
Las motos y los cocodrilos ahí están. Y aunque para algunos les dará risa y hasta se burlaran, no dejan de ser un problema, al que se debe poner especial atención. En fin.