Mauricio Zapata
El asunto de la crisis política en Ciudad Victoria, parece enfriarse en lo mediático, pero aún hay muchos capítulos por escribirse de esa novela.
Y es que hasta parece una película de Luis Estrada, que va de lo inverosímil a la comedia. De la ficción a la realidad y de lo absurdo a lo típico.
¿Se acuerdan de “La Ley de Herodes”? Es el film donde nombran alcalde a un cualquiera que después se enferma de poder y hace de las normas lo que quiere. Se embelese con el cargo y hace de la corrupción y la manipulación su guía de trabajo.
O bien, la de “La dictadura perfecta”, en la cual critica la manipulación mediática para moldear la opinión pública y proteger los intereses de los poderosos.
También la de “Viva México”, en donde explora los más bajos instintos de los mexicanos por tener dinero, poder y más poder.
Sin dejar de mencionar “El infierno”, que si bien, fue en su momento el retrato de la realidad en el país, también describió el poder político en el entorno de la inseguridad.
En suma, las películas de Luis Estrada son una incisiva crítica a la política y la sociedad mexicana, caracterizadas por un humor ácido y una narrativa que mezcla sátira y realismo.
Estrada tiene una habilidad para exponer las fallas y contradicciones del sistema mexicano, abordando temas como la corrupción, la impunidad, la desigualdad y el abuso de poder.
Utiliza un estilo visual crudo y personajes complejos que despiertan tanto, repulsión como cierta empatía, aunque esta última, no suele ser el común entre los que admiran su trabajo fílmico.
Pues el caso Victoria parece ser una película de Luis Estrada. Con un personaje como el alcalde que va de lo cómico a lo repulsivo. Con decisiones absurdas como cortar la luz o inventar fumigaciones.
Otros de los personajes es la parte contraria, que busca poner orden, pero no hace lo necesario para hacerlo, les da tiempo y pretextos para seguir en la «lucha».
Una película larga, como las de Estrada, por momentos lenta y cansada con finales tanto inesperados, como en otros, ridículos que molestan al público.
A ver en qué termina este guion poco original.
EN CINCO PALBRAS.- Se parece a Juan Vargas.
PUNTO FINAL.- “Más pronto cae un político que un cojo”: Cirilo Stofenmacher.
X: @Mauri_Zapata