Melitón Guevara Castillo.-
Las precampañas son el preámbulo de lo que puede suceder en una elección constitucional: unos y otros, bien que lo saben, se van a pelear por el voto de los ciudadanos. Y no es tarea fácil; más cuando los hechos muestran que, en ciertos casos, las encuestas pueden equivocarse o tan simple que no contemplan todos los elementos que inciden en el voto de los ciudadanos. En este momento, dado el contexto, todo mundo asegura que Claudia va a ganar. ¿Qué va a suceder, con el resto de los contendientes? En la inteligencia de que, también hay seguridad, de que Samuel tiene la tarea de ser esquirol, quitar votos, dividir a la oposición.
En una campaña político-electoral el propósito es sumar votos. Sabemos que, en ciertos casos, de pronto uno que otro integrante de una campaña suma votos, pero otros restan. Así, en esta coyuntura, vale la pena repasar la integración de los equipos de campaña, en este caso de Claudia Sheinbaum como de Xóchitl Gálvez, puesto que son, hasta el momento, consideradas como candidatas enfrentadas. ¿Cuál es la diferencia entre una y otra? Yo creo que Claudia lleva la de ganar… por una razón, están convencidos de que van a ganar.
EQUIPO COHESIONADO.
Al momento ya Claudia Sheinbaum publicitó su equipo de campaña. Y lo que se observa en él, es la cohesión que nace de un común denominador: Andrés Manuel López Obrador es, a todas luces, el coordinador general de campaña. Se nota en los nombres que ya conocemos: Mario Delgado, líder del partido; y las corcholatas perdedores, Adán Augusto López, como Ricardo Monreal y Gerardo Fernández Noroña… que son los que están apuntados ser cabezas legislativas en el próximo periodo gubernamental. Hay que agregar a Tatiana Clouthier como a Citlalli Hernández. Quien no aparece es Marcelo Ebrard.
El equipo de Claudia está conformado y listo para ganar. Ganar es el punto de equilibrio, la fortaleza de cada uno de ellos. Están convencidos de que, si pierden, pierden todo. Así que, unidos por la lealtad al Presidente, cada uno está enfocado a cumplir con su rol. Y en esta coyuntura, nada, pero nada, puede dividir al equipo. Lo único que puede lastimar al triunfo es que, uno y otro, sean figuras decorativas y no hagan bien su trabajo asignado. Y no hay, digamos, elementos para que no lo hagan.
DEBILIDAD DE XÓCHILT
Xóchitl aparece como precandidata idónea cuando el propio AMLO con sus actitudes le cerró la puerta de palacio, le abrió la puerta de la candidatura. Ella, entre sus planes, era buscar el gobierno de la CDMX y se topó con otra candidatura. Su problema es que no tiene partido: ni es del PAN, ni es del PRI, menos del PRD, es más meses antes de la nominación se manejó una posible invitación para incorporarse a Morena. Y no tener partido, en un proceso electoral, donde el monopolio de las candidaturas es de los partidos, es remar a contracorriente o estar sola.
Y sola esta Xóchitl. Los líderes de los partidos integrantes de la coalición o el frente ya lograron lo que querían: una candidata para participar en las elecciones. Estaban convencidos de que, uno a uno, no tienen nada que hacer y lo mejor es tener una candidata, lo es Xóchitl: pero ellos, seguro estoy, ya tienen lista, vamos pues, su lista de plurinominales y ahí estarán ellos, garantizando así no vivir en el error de estar fuera del presupuesto. Que gane o no Xóchitl, a ellos eso los tiene sin cuidado… con que saque votos suficientes para garantizar la plurinominal es suficiente.
EL EQUIPO
Esa es la cuestión. Xóchitl está sola, incluso su coordinador de campaña, tal parece que no se ha enterado que ya inició el proceso electoral 2024: Santiago Creel, el panista, conservador, como le llama AMLO. Hay, es cierto, gente que todo el tiempo han trabajado con ella, como Aldo Campuzano, Vico (pico) Covarrubias, Arne Aus Den Ruthen, Carlos Mandujano, Armando Tejada, pero faltan aquellos que, con su nombre y su trabajo deben darle el plus, por eso ya nombró a Max Cortázar como vocero de campaña y a Luisa Alejandra Latapi como coordinadora de vinculación institucional.
No hay, hasta el momento, personajes priistas ni perredistas. Quizá esté pensando que, en ciertos casos, es mejor que estén retirados; pero Xóchitl sola, no tiene quien haga la operación política, ni quien en el plano operativo le garantice la movilización el día de la elección, trabajo que Morena ya tiene bien articulado. Hacen más daño lejos que cerca, pero también hay que ver que, unos y otros, prefieren saber a ciencia cierta a que le tiras, que pueden ganar. Que es el caso de Miguel Riquelme, que pronto dejara las elecciones, que ya fue invitado y no acepto, hasta que hable con el nuevo gobernador… no se quiere arriesgar.
EL ÁNIMO
Día con día le echan en cara a Xóchitl que la ventaja de Claudia es amplia. Y ella, no pierde el ánimo, asevera que gano dos puntos y su contraria perdió cuatro. Está convencida que va a subir en la medida que la gente la conozca; y que, en el caso de Claudia, ya llego al tope… Como el ánimo de Samuel García, que pese a que las encuestas lo ubican muy abajo, en el tercer lugar, emocionado dice que en tres días de precampaña ya alcanzo a Xóchitl y que va por Claudia.
