Ana Medina
La declaración patrimonial y de interés se presenta en el mes de mayo de cada año y es la manifestación que hacemos como servidores públicos de nuestro patrimonio, con la finalidad de verificar su evolución y congruencia entre los ingresos y egresos. Básicamente para comprobar que los profes no nos hacemos ricos con el dinero de las copias.
Porque obviamente, todos los docentes somos servidores públicos por excelencia, cuyas responsabilidades y/o funciones nos involucran de manera directa en la formación y orientación de la infancia y la juventud según sea el caso.
Honestamente yo pensaba que el término “servidor público” era solo para lo que técnicamente son funcionarios, o sea los jefes o Autoridad educativa; y tristemente pensaba que los docentes de a pie no teníamos esas obligaciones.
Ahora he entendido que básicamente son dos cosas diferentes, por un lado, todos somos servidores públicos y también un funcionario público es un sujeto con una mayor responsabilidad administrativa que un servidor público; lógicamente, es más sencillo llamar funcionario público al sujeto que tiene un nivel técnico y/o administrativo acreditado, dejando la denominación de servidor público al sujeto que hace la chamba. En este caso los docentes.
Desde el 2020 se ha hecho de conocimiento general que se ha solicitado a todos los servidores públicos de manera obligatoria presentar la Declaración patrimonial y de intereses. Que algunos hayamos jugado al valiente no haciéndola desde el comienzo es una gran irresponsabilidad. Irónicamente ha sido común pensar que no pasa nada si no lo haces.
No es lo mismo tampoco que la declaración fiscal, esa se hace en el mes de abril y también es un circo para los docentes, igualmente pensaba que no era necesario hacerla porque ya mi patrón (la SET), paga mis impuestos. Pero en realidad hay muchas razones buenas para hacerla, aparte de la devolución.
Esta semana, al cierre del presente mes de mayo la declaración patrimonial se volvió para muchos (yo incluida), un literal dolor de muela.
Primero, se tenía que realizar en la modalidad de modificación, para dar cumplimiento a lo señalado en el Artículo 32 y 33 fracciones II de la Ley de Responsabilidades Administrativas del Estado de Tamaulipas. Razón por la cual hace semanas se solicitó orientación y apoyo para realizarla, pero sobre todo para confirmar el cumplimiento de esta obligación.
Pero, como buenos maestros dejamos todo para el último y esta semana fue la locura con ese tema; se establecieron mesas de ayuda en el Polyforum “Rodolfo Torre Cantú” donde las filas duraban más de ocho horas. Entre los motivos estaban: acceso, la desactualización de la firma el SAT, la pérdida de contraseñas, correos y hasta problemas de uso de internet y desconocimiento de percepciones personales.
Seguiré diciendo que no somos contadores.
Pero obviamente tocó a los profes sacar la casta y resolver… como siempre.
La SET mandó información sobre cómo todos como servidores públicos adscritos a las dependencias de la Administración Pública Estatal tenemos la obligación de presentar la Declaración de situación Patrimonial y de intereses en la modalidad de Modificación. Se insistió y se monitoreó la necesidad de cumplirlo en todas las áreas.
Aunque, bueno con las diferencias en salarios tan diversos entre los docentes es entendible que dudemos en la realización de la declaración patrimonial. Yo haría para todos la simplificada, porque lo importante para los docentes es y siempre será el sueldo.
El aumento tan sonado del ocho por ciento quedó en tres por ciento y los mariachis han callado al respecto. Desde el Día del Maestro, que se anunció, sabíamos que no sería directo, pero teníamos la esperanza. Si el Presidente dice que los sueldos para los maestros deben ser representativos a su trabajo, podríamos empezar homologando los aumentos para que todos superemos la media y tengamos que hacer declaración patrimonial completa.
¿Es muy aspiracionista de mi parte?
Pero bueno, aunque el término para el cumplimiento de dicha obligación era el mes de mayo obviamente no todos lo lograron, y como siempre hubo una prórroga y más apoyos, solo para inconvenientes técnicos, todo el fin de semana.
Algunos dicen que muy fácil, otros prefieren pagar porque alguien más lo haga y otros sufren y sufren y al final desisten.
Yo solo tengo una pregunta: ¿Por qué en la normal no nos da