CABECISTA PRIVILEGIADO.- El fiscal general de justicia del Estado, Irving Barrios Mojica, es, con mucho, el funcionario en activo más cabecista de los cabecistas. Le debe el cargo al exgobernador, Francisco García Cabeza de Vaca. Él lo trajo a Tamaulipas.
Ese solo hecho pone en duda la imparcialidad de la instancia persecutora de los delitos, sobre todo cuando michoacano tiene bajo su responsabilidad la investigación de delitos imputados al mismo exmandatario o a quienes fueron sus colaboradores.
Sin embargo, extrañamente Barrios Mojica ha quedado fuera del radar del morenismo tamaulipeco.
Recordemos que, hasta antes de octubre del 2022, cuando gobernaba el PAN, todos los diputados del partido guinda no se cansaban de cuestionar su trabajo y exigir su renuncia, pero curiosamente desde hace casi un año no lo tocan ni con el pétalo de un exhorto.
Los legisladores de Morena tienen todas sus baterías enfocadas en el Auditor Superior del Estado, Jorge Espino Ascanio, y en el fiscal anticorrupción, Raúl Ramírez Castañeda, pero de Don Irving nadie habla. Digamos que es un cabecista privilegiado.
¿A qué se debe tanta consideración para el fiscal? le pregunté el pasado lunes a dos diputados morenistas: “No sabemos”, se sinceraron.
El asunto es que, cualquiera que sea la razón de esa deferencia para el fiscal, cada vez se fortalece más la versión de que, desde Palacio Nacional llegó una instrucción contundente de, “déjenlo en paz”.
Se dice que, en mucho ha influido el apellido “Mojica”, vinculado a la familia presidencial.
“ENCUESTITIS”.- El Instituto Electoral de Tamaulipas (Ietam), acaba de publicar un acuerdo mediante el cual busca frenar la “guerra” de encuestas que se traen muchos de quienes aspiran a una candidatura.
El árbitro electoral se pondrá exigente con quienes realizan los sondeos. Les exigirá transparentar la metodología y todo lo que sustente sus estadísticas.
La medida no está mal porque muchos de los sondeos son falsos. Se hacen a conveniencia y petición de quien los paga y lo único que logran es confundir al electorado.
Ojalá que el árbitro electoral tenga éxito en esa intentona de acabar con la “encuestitis”.
Sin embargo, aquí es cuándo uno se pregunta: ¿Por qué en este tema el Ietam decidió actuar oficiosamente y, en cambio, en el “fraude” a la ley electoral con los panorámicos exige denuncia para poder intervenir?
Que alguien explique.
¿QUÉ ESCONDEN?.- El inminente cambio de mandos en la Auditoría Superior del Estado, (ASE), trae nerviosos y desconfiados a muchos, pero particularmente a quienes saben que podrían tener que dejar el cargo a partir del nueve de febrero próximo.
Como consecuencia de esa desconfianza, desde la oficina del todavía titular, Jorge Espino Ascanio, salió la orden de que ningún trabajador puede tener un celular en su área de trabajo.
Cuando ingresa al inmueble, el burócrata debe entregar su aparato. Si en algún momento necesita usarlo, se lo prestan por unos momentos, pero debe devolverlo.
Obviamente, la disposición trae bastante inconforme a todo el personal porque el decomiso de los celulares no tiene precedentes en una oficina gubernamental.
Con el añadido de que, la medida podría interpretarse como acoso o violencia laboral.
Ante los hechos, surge una interrogante: ¿Qué esconden o de qué se cuidan?
ASI ANDAN LAS COSAS.
