Dice ISMAEL “N”, el zumbador del Senado y depredador de dependencias y ayuntamientos de extracción panista, que las autoridades morenistas durante los últimos cinco años han cometido “faltas a la moral”.
Él sabe mucho de eso.
Fuera de chascarrillos e ironías, lo cierto es que los emisarios del pasado, andan harto despistados; no dan pie con bola, dicen en el barrio.
Se gastaron un dineral, para simular una contratación en Nuevo York, donde le sacaran infidencias a un supuesto excolaborador del extitular de la Unidad de Inteligencia Financiera SANTIAGO NIETO, para desacreditar las imputaciones al exgobernador y lo único que le sacaron, fue decir que “algo de eso lo leí en alguna parte”.
La paseada de RICARDO “El Negro” GAMUNDI por Houston tampoco les salió barata.
Le pagaron dos boletos de avión en primera clase -de a mil 500 dólares-; lo hospedaron en la suite presidencial de Hyatt -de similar tarifa- y lo llevaron a un restaurante de los más caros de la ciudad, con comida de cinco tiempos y descorche ajilado de vinos de alta gama.
¿Y qué le sacaron? Que lo contrataron como asesor en la campaña morenista por la gubernatura, pero ya en el gobierno, su propuesta -de “billetear” diputados de oposición- no se la atendieron.
Pobre o nulo rédito, para todo lo que les significó, además de darle un fin de semana de postín, montar el cuadro de una falsa empresa, que le iba a pagar millonadas por promocionar la venta de derivados de la mariguana, en los 32 estados de la república y cabildear, en el Congreso federal, las licencias respectivas.
El trasfondo, insisto, era desacreditar al gobierno y al Congreso de Tamaulipas, en la jornada profiláctica iniciada, para retirar a los cómplices de FRANCISCO y su familia “N”, de la estructura jurisdiccional, desde donde han operado la impunidad y prolongado el saqueo público.
El aun dirigente estatal panista, LUIS RENÉ CANTÚ, ahora anda litigando la fecha de renuncia a su militancia, de las diputadas sin partido, como una forma de asumir el control de la mesa de los trabajos legislativos, durante el periodo de sesiones recién iniciado.
“Una renunció en agosto y las otras dos están sujetas a un proceso de expulsión”, sentenció, sin atender al hecho de que, en el Congreso local, fue formal, público y notorio, su retiro de la bancada y es a lo que atiende el procedimiento interno.
Lo de las militancias, los partidos, sus formas y sus tiempos, se maneja aparte.
La renuncia pública del exdiputado MARIO RAMOS al PAN, es otro de los reveses de temporada, como parte del desmantelamiento del partido azul, en su obstinada tutela del exgobernador de triste memoria.
En el anuncio, de que ya tienen el aval de la dirigencia nacional, para decidir en lo local las nominaciones, está la confirmación de que los CDV seguirán decidiendo, poniéndose ellos por delante.
Ello garantiza que ni la segunda posición alcanzarán en las votaciones del año entrante y que entre las patas se llevarán a los cuadros priistas que no saquen su veinte pronto.
¿O alguien piensa que los tamaulipecos tengan el más mínimo motivo para darle un voto a la causa que abandere el que además de delincuente -sello de la casa-, es conocido como torpe, ignorante y huevón?
¿Quieren más explicación al anuncio del impresentable ISMAEL de que buscará la reelección?
¿Se van a seguir chupando el dedo RAMIRO RAMOS y EDGAR MELHEM, pensando en que pueden obtener la nominación y aspirar al escaño de minoría?
Salió más inteligente la ahora exidirgente estatal femenil priista, OFELIA GARZA, quien estuvo entre los personajes que firmaron el acuerdo de unidad y adhesión, en torno de las aspiraciones presidenciales de la doctora CLAUDIA SHEINBAUM, durante su estancia en Tampico.
Pura gente buena y reconocida ahí, como PEPE GUERRERO, el líder estatal de los ganaderos; LALO CÁRDENAS DEL AVELLANO, capitán en jefe del prestigiado Grupo JEBLA -acróstico de los nombres de los hijos del exgobernador DON ENRIQUE CÁRDENAS-, entre otros.
Ayer todavía, se hizo pública la adhesión a Morena y su precandidata presidencial, de la ex diputada panista ROXANA GÓMEZ PÉREZ, política y empresaria de Río Bravo.
Si entre las figuras se da esa migración -de algunos pública y de otras todavía discreta-, entre la base popular el repudio, a todo lo que significó el paso del PAN-cabecismo por el gobierno estatal, es generalizado.
Ellos siguen con el mismo discurso mentiroso, hablando de logros durante el pasado sexenio que solo estuvieron en sus maquillados reportes a la superioridad.
La medición de la seguridad, que es lo que más presumen, refleja que en los meses que van del nuevo gobierno morenista, la incidencia delictiva ha sido menor a las fechas similares del sexenio pasado.
¿De dónde sacan que con ellos se estuvo mejor en ese único rubro que tanto pregonan?
Pero, además, por sobre los dichos, siempre han estado los hechos.
Todos fuimos testigos siempre de los crímenes cometidos no solo por la delincuencia, sino por los agentes del Estado mismo, desde la cúpula y sus estructuras represoras, que siguen operando en base a argucias legaloides.
Las expresiones de violencia, ahora son derivadas de la acción protectora del Estado y a toda acción delincuencial, deviene una reacción institucional, puntual y contundente.
¿Sí notan la diferencia?
Sí lo notan, los ciudadanos, que en el próximo dos de junio, fecha de elecciones, acabarán de decirle adiós a esa pandilla que en mala hora llegó a ocupar el poder público de Tamaulipas.
Veremos y diremos.
