Hace apenas unos días, la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana Federal, Rosa Icela Rodríguez, visitó tierras tamaulipecas, donde encabezó “La Feria de la Paz” en el municipio de Reynosa. Al hacer uso de la palabra, se comprometió a que el Gobierno federal va poner toda la fuerza del estado para frenar la violencia que se vive en la zona.
Reconoció los hechos que se han presentado en Reynosa, Río Bravo o Matamoros, en donde el crimen organizado parece que campa a sus anchas, pero atajó que los delitos graves están a la baja. También expresó su preocupación sobre el gran problema de tráfico de armas que vive el país, en donde solo en este sexenio han sido incautadas casi 50 mil armas procedentes de Estados Unidos, por las fuerzas del orden mexicanas.
La visita de la titular de la SSPC deja mucha tela de donde cortar, para empezar, su declaración de que los delitos graves van en declive, si bien en parte cierta, no es la radiografía completa; por ejemplo, en el caso de los asesinatos, según las cifras del Inegi hasta diciembre del 2023, han tenido una tendencia a la baja con respecto a los dos primeros años de gobierno de Andrés Manuel López Obrador en donde estos hechos se dispararon de manera exponencial. Lo que no dice el Gobierno federal es que hasta la fecha éste ha sido el sexenio más sangriento, donde los homicidios dolosos ya han superado la cifra de los sexenios anteriores.
Según estadísticas actualizadas del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) del primero de diciembre de 2018 al 31 de diciembre de 2023 la cifra en el sexenio de AMLO es de 166 mil 193 víctimas de homicidios dolosos, un incremento del 21 por ciento con respecto a la cifra total que se dio bajo el mandato de Peña Nieto.
En el sexenio de Enrique Peña Nieto se registraron 156 mil 066 homicidios, con Felipe Calderón Hinojosa la cifra fue de 120 mil 463 homicidios, con Vicente Fox Quesada de 60 mil 280 asesinatos y con Ernesto Zedillo 80 mil 671 homicidios. Con cinco años de mandato, el gobierno de López Obrador ya sobrepasó el récord de homicidios de su antecesor, Enrique Peña Nieto, que hasta ese momento llevaba la nada honrosa distinción de tener el sexenio más violento.
En lo que respecta al problema de tráfico de armas, debemos recordar que durante los gobiernos de Felipe Calderón y Barack Obama se acordó implementar el operativo Rápido y Furioso, bajo el cual se permitió el ingreso de armas con un chip de rastreo a territorio mexicano para saber su destino y actuar en contra de los delincuentes. El principal problema de este operativo fue que cientos de armas terminaron en manos de integrantes del crimen organizado y causaron muertes. Se calcula que alrededor de dos mil quinientas armas ingresaron a México, las cuales iban a ser rastreadas hasta su llegada a manos de narcotraficantes, pero al cruzar la frontera desaparecieron del radar.
De acuerdo con el informe de la Sedena filtrado por Guacamaya Leaks y titulado Armas de Fuego: cooperación bilateral sobre el tráfico de armas, del uno de enero de 2020 al nueve de junio de 2022 fueron aseguradas por autoridades mexicanas 49 mil 437 armas vinculadas con crímenes, un promedio de mil 947 aseguramientos al mes.
De acuerdo con este informe, la ciudad de Tijuana, Baja California, es en donde se ha asegurado la mayor cantidad de armas, seguida por Ciudad Juárez, Chihuahua; León, Guanajuato; Querétaro, Querétaro; Guadalajara, Jalisco; Nuevo Laredo y Reynosa, Tamaulipas; Mexicali, Baja California; Celaya, Guanajuato; y Culiacán, Sinaloa. No es de extrañar que estas ciudades sean focos rojos de inseguridad en el país.
Estados Unidos se ostenta como el principal fabricante de armas incautadas en nuestro territorio, pero no es el único. Según el informe, del total de armas aseguradas el 19 por ciento tenían origen europeo. Gracias al rastreo de esas armas aseguradas, se descubrió que, contrario a lo que cabía esperar, el condado que distribuyó más armas no se encontraba en la frontera con México, sino en el norte de la costa este, en Connecticut. Para llegar al punto fronterizo más cercano con México (Tamaulipas) deben atravesar al menos siete estados de la Unión Americana, lo que deja de manifiesto que la corrupción también se presenta de aquel lado.
Es casi imposible disminuir la violencia en al país si no se atiende primero el flujo ilegal de armas a México, principalmente de Estados Unidos. Mientras exista corrupción entre autoridades en cada lado de la frontera y una oferta y demanda por el mercado negro de las armas, la incautación de armas será un remedio paliativo, pero no el final del problema.
En otro tema, con respecto a la seguridad para salvaguardar la integridad de los candidatos que participaran en las elecciones del 2024, la secretaria Rosa Icela Rodríguez entregó al INE el plan de protección solo para los 629 candidatos que estarán participando en la contienda federal. Al ser cuestionada sobre la protección de los candidatos a nivel local, apuntó que ellos son responsabilidad de cada entidad federativa.
Y allí es donde está el problema, ya que todavía no inician las elecciones y ya van asesinadas al menos 16 personas que aspiraban a un cargo de elección popular, según el reporte sobre violencia política de la agencia Laboratorio Electoral. En los casos de homicidios, el reporte da cuenta de cinco asesinatos de aspirantes de Morena, cuatro personas asesinadas militaban en el PAN, tres más eran de Movimiento Ciudadano, dos militaban en el PRD, uno era del PRI y uno más del PVEM.
Del cuatro de junio de 2023 al siete de febrero de este año se han reportado 50 casos de violencia electoral, 33 son asesinatos de políticos, de los cuales 16 buscaban algún cargo en los comicios en marcha, once atentados, cuatro secuestros o desapariciones y dos casos de amenaza grave.
El reporte de Laboratorio Electoral dibuja un panorama nada alentador de la violencia electoral en la etapa de precampañas, con la mayor parte de los asesinatos en Guerrero (4), Michoacán (2), Puebla (2), y el resto en CDMX, Chiapas, Colima, Estado de México, Guanajuato, Jalisco, Morelos y Veracruz con un caso.
Esto sumado a los hechos ocurridos la semana pasada en el estado de Zacatecas, En donde el gobernador morenista David Monreal Ávila, hermano del líder del Senado, Ricardo Monreal, presentó su Agenda de la Paz 2024, y el crimen organizado le contestó asesinando de manera violenta a su sobrino Jorge Antonio Monreal Martínez, y al cuñado de Ricardo Monreal, Juan Pérez Guardado, funcionario del municipio de Fresnillo. Como dato curioso, Zacatecas fue el único estado en donde hasta las precandidatas a la presidencia de la república, Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum coincidieron en sacarle la vuelta para hacer campaña.
Así que los ciudadanos de Tamaulipas, especialmente en la frontera norte, ya pueden estar tranquilos, ya que, como dijo la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana Federal, Rosa Icela Rodríguez, la violencia y los delitos graves van a la baja.