Melitón Guevara Castillo.-
No tengo palabras, creo que ni las hay, para describir y explicar lo que esta sucediendo en el Congreso local. Los ciudadanos votaron por representantes populares cuya tarea esencial es legislar para crear condiciones de que la población viva mejor, tenga mejores condiciones de vida. Y nada, los diputados de todos los colores hacen todo, menos eso… y sobre todo pelear, discutir, golpear en aras de ejercer un control o dominio total en el quehacer legislativo.
Una y otra vez nos han dicho que representan al pueblo. Y la actual legislatura, por lo que se ve, representa a intereses personales, de ambiciones políticas, pero no a la población. Lo hemos visto, vaya pues, desde que se instaló la actual legislatura: el pleito es de los que se fueron y los que llegaron: panistas y morenistas. Hasta la fecha no se ha visto, para nada, acciones de diálogo, de consenso, de acuerdos. Y los platos rotos, como siempre, los paga la gobernabilidad y la población.
VENDIDAS Y TRAICIONERAS
Dirán ustedes, para qué echar más leña al fuego, pero lo importante y significativo es puntualizar dos hechos: 1) En la práctica, MORENA ganó la mayoría en las urnas y, precisamente por eso es que al inicio de la legislatura la conducción corrió a cargo del partido de la 4T; 2) El punto de partida, o de quiebre, lo dieron dos diputadas de MORENA, que al momento de instalarse cambiaron de banda se fueron con el PAN, y así, junto con priistas hicieron mayoría.
¿Por qué se fueron? Los argumentos, válidos o no, fueron: 1) Una dijo que en su partido la hacían menos, que no la tomaban en cuenta; 2) Y la otra, más cínica, dijo que su forma de pensar y actuar era más cercana a la de su nuevo partido, el PAN. Para muchos las diputadas que se cambiaron, hagan de cuenta, hicieron valer la expresión de que nadie resiste un cañonazo, en este caso, de miles y miles de pesos. Obvio, la versión no se puede confirmar, pero de siempre, por esa razón han sido las traiciones políticas.
PLEITOS Y PLEITOS
Si hacemos un recuento de las tareas legislativas realizadas, digamos aprobación de iniciativas, puntos de acuerdo, decretos, etc., vamos a encontrar que son más los pleitos que han escenificado legisladores de MORENA y del PAN. Cambios y enriques en bancadas, otras se declaran independientes, pleitos por el liderazgo congresal de MORENA, acusaciones contra Úrsula Salazar, se roban un celular, abandonan la sesión, no asisten a la misma, solo con el propósito de impedir se desarrollen sesiones.
El pleito del PAN y MORENA por el liderazgo es como una pelea de lucha libre, sin réferi, y cuando acuden al árbitro, se quejan y planean controversias o actos inconstitucionales, el caso es, que al final, no hay trabajos legislativos. El pleito por la Presidencia Legislativa convirtió al recinto legislativo en una batalla campal, al grado que ayer (lunes) cachetearon a un funcionario legislativo (de MORENA) y los panistas avisaron que no asistirían a la sesión convocada, porque no es legal, puesto que hay una resolución del Tribunal Electoral que les da la razón: ellos, los panistas, son quienes deben presidir los trabajos legislativos.
DIÁLOGO Y CORDURA
Alejandra Cárdenas, la diputada priista, describe a la presente legislatura: “Es vergonzoso y lamentable, los hechos ocurridos a lo largo de este tiempo en esta 65 Legislatura. Donde cada vez han sido más frecuentes los conflictos y pleitos que han propiciado, incluso, cierta parálisis parlamentaria, afectando el trabajo de muchos legisladores”. Agrega la legisladora dicho escenario es “por la falta de acuerdos, madurez política de algunos Diputados, que ante ponen el interés partidista y personal, por encima del beneficio común”.
Puntual, exacta, la descripción de Alejandra Cárdenas: falta de acuerdos y madurez política, así de simple, sencillo, ahí está la causa. La política es de acuerdos, de negociar, de encontrar un punto de equilibrio de tal suerte que la decisión cause menos daños a los involucrados. Y no, para los legisladores de MORENA, como del PAN, es todo o nada, menos llegar a acuerdos, para ellos es preferible que se paralice todo, menos reconocer que uno u el otro tiene la razón.
¿DONDE ESTÁN LOS POLÍTICOS?
Ante los hechos los tamaulipecos nos hacemos una sola pregunta: ¿Dónde están los políticos, los que hacen política y lograr acuerdos, esos que se dicen expertos operadores políticos? Por lo que se ve, no están en el Congreso; incluso, en un momento dado Armando Zertuche justificó tener asesores, porque ellos no saben de leyes ni del proceso legislativo. En otros tiempos, el Congreso local respondía, vamos pues, a los intereses del Ejecutivo en la medida que, su operador estrella, el Secretario General cumplía con la tarea de llevar las relaciones del Ejecutivo con los otros Poderes.
¿Dónde están o acaso no hay?