Rogelio Rodríguez Mendoza
La semana pasada hubo un cónclave del panismo y el priismo tamaulipeco. En el casino victorense se reunieron todos los liderazgos estatales y, por supuesto, los candidatos que competirán en la elección.
El pretexto fue la entrega de nombramientos a quienes operarán en Tamaulipas la campaña política de Xóchitl Gálvez. Fueron 300 actores políticos los que recibieron la acreditación
El evento lo encabezaron, Idelfonso Guajardo, uno de los hombres más cercanos a la candidata de la coalición, “Fuerza y Corazón por México”; Marcos Aguilar, delegado del CEN; y Gerardo Peña Flores.
También asistió la presidenta estatal del PRI, Mercedes del Carmen Guillen Vicente.
Aunque fue una reunión a la que no se permitió el acceso de los medios de comunicación, se sabe que el mensaje pronunciado fue de desánimo, de derrota anticipada.
“Solo tenemos asegurado el triunfo en tres municipios”, dijo en su intervención, César, “El Truko”, Verástegui Ostos, haciendo enrojecer el rostro de Peña Flores, el representante de Gálvez en Tamaulipas.
El excandidato a la gubernatura y uno de los liderazgos más importantes en el PAN, expuso abiertamente la radiografía de su partido, para ubicar en la realidad a quienes andan echando las campanas al vuelo anticipando triunfos masivos, pero también para incentivar un replanteamiento de la estrategia electoral por parte de la coalición.
“Tenemos que reagruparnos”, sentenció.
Idelfonso Guajardo fue más positivo. Sacó la experiencia y pronunció un discurso de esperanza y optimismo, al hacer un llamado a trabajar más de cerca del electorado. Sin embargo, el sentimiento de derrota quedó sembrado en muchos de quienes figurarán en la boleta electoral.
La realidad es que, “El Truko” Verástegui no anda tan errado en su radiografía electoral. Aunque Morena está bastante debilitado y fracturado debido a las pugnas internas que se han agravado luego de los conflictos surgidos a raíz del reparto de las candidaturas, no se ve, hasta ahora, como el PAN y el PRI puedan tener posibilidades de aprovechar esa situación y transformarla en victorias en las urnas.
A seis días del inicio de las campañas electorales (el 15 de abril), para la elección local, veremos hasta donde ambos partidos, PAN y PRI, son capaces de modificar la radiografía electoral.
EL RESTO
RIESGO EN LA FRONTERA.- La influencia del crimen organizado ha sido una constante en entidades como la nuestra. Desde hace muchos, muchísimos años, han sido los grupos delincuenciales los que han decidido quien gana y quien pierde en las elecciones por las alcaldías y municipios.
Se trata de una verdad que nadie acepta pero que ahí está presente. Ni el árbitro electoral, (estatal y federal) ni los partidos y menos los candidatos, hablan abiertamente de ello. Pero el fenómeno está presente y, como le decía, determina triunfos y derrotas según sus conveniencias.
Un partido y su candidato podrán tener las preferencias de la sociedad, pero si no tiene la preferencia de los grupos fácticos las posibilidades de una victoria en las urnas se reducen a nada.
Le cuento de todo ello porque, durante los últimos días han surgido versiones, muy insistentes, de cómo en algunos municipios fronterizos los grupos delincuenciales ya decidieron quién ganará la elección.
El problema es principalmente para el partido en el poder porque las preferencias de esos grupos facticos no les están favoreciendo.
La instrucción está siendo de apoyar a los abanderados de la oposición, conformada por PAN y PRI.
ASI ANDAN LAS COSAS.