junio 16, 2024
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Ma. Teresa Medina Marroquín

Después del 1 de octubre

mayo 21, 2024 | 83 vistas

YA VEREMOS DE QUÉ LADO MASCA LA IGUANA; Y NO ES LO MISMO VER LOS TOROS DESDE LA BARRERA

Casi al finalizar el auge de las campañas político-electorales, el país entero también está obligado a no ilusionarse más allá de las razones y emociones normales.

Ni muy muy ni tan tan, o la cosa es calmada, y de muy poco vale acelerarse en tiempos donde toneladas de mentiras se revuelven con las escasas y sufridas verdades, formando un amasijo idiosincrásico, confundido a menudo con fiestas patrias, celebraciones religiosas o hasta simples cumpleaños.

¿Significa que nada debemos creerles a Claudia Sheinbaum, a Xóchitl Gálvez y a Jorge Álvarez Máynez? Yo no he dicho eso.

Significa que todo México debe irse cauteloso, ¿me explico?, creerle mucho más a la historia y también al instinto, pues imagínese usted, ahí le va: darle todo el crédito a quienes por bonitos y guapos y de pronto afirman que el actual partido en el poder es más malo que la carne de puerco, en cambio ellos, la oposición “en plena liturgia sacrosanta”, son una verdadera y fulgurante “constelación de ángeles, arcángeles y querubines”.

Digo, así como que las cosas no cuadran mucho, sin que por ello se le tenga que confiar todo, hasta las propiedades que se pagaron por toda una vida al Infonavit, al Fovissste o a la banca usurera, a quienes por apenas seis años empezaron a gobernar a la nación, así como a 22 gobiernos estatales.

La realidad es que posterior al 1 de octubre de este 2024 el pueblo comenzará a ver “de qué lado masca la iguana” y si el socialismo de Claudia Sheinbaum, favorita a ganar las elecciones presidenciales según las encuestas, establece un socialismo ordenado, productivo y realista.

O, en su defecto, de ganar Xóchitl Gálvez, veríamos si el relanzamiento del sistema, mezclado con derechas y ultraderechas y  demás coaliciones, conexos y similares de la república mexicana, hará un gobierno que cumpla su palabra, constatando aquello de que “no es lo mismo ver los toros desde la barrera”.

En Tamaulipas, pese a ciertas trampas tan evidentes que sólo aquel que no las ve es porque no quiere verlas, el ambiente electoral transcurre con toda la normalidad de las que son capaces de organizar instancias electorales como el Ietam y el INE, bajo la garantía de un Gobierno estatal a cargo de Américo Villarreal Anaya, que no permite las mínimas alteraciones a la armonía social y electoral.

 

¿QUÉ RESPONSABILIDAD CARGA LA CIUDADANÍA?

Tomando como un ejemplo a Tamaulipas de lo que vendrá posterior al 1 de octubre, y en cuyo extenso y estratégico territorio de más de 80 mil kilómetros cuadrados y tres millones 500 mil habitantes, es de suponerse que la gente ya se hartó de tanta y tanto candidato que toca las puertas de su casa y que la bombardea desde la propaganda oficial en medio y redes.

Pero, ciertamente se hartó la gente, sin embargo, ¿por quiénes votarán y cuál será la magnitud de su responsabilidad si las cosas salen mal o peor?

¿Qué tan acertado o equivocado será el voto ciudadano al decidir si por las senadurías votan por Geño Hernández u Olga Sosa, o por Imelda Sanmiguel o Paco Chavira?

Hablo en estos ejemplos de la magnitud de las obligaciones y trascendencias de la ciudadanía en su búsqueda de una vida de mayor calidad, evitado siempre, esa misma ciudadanía, la regresión a las décadas no precisamente perdidas, pero sí estremecedoras para una sociedad que inclusive llegó no sólo a quedar pasmada y en crisis permanente, sino hasta a perder en buena medida la memoria, como una reacción defensiva de la naturaleza humana.

De aquí en adelante será la promesa la que se adueñe del ambiente político-electoral, sin que esto implique que las inspiraciones de los votantes tengan que fallar tanto como para que el futuro no venga cargado de cambios trascendentales y de una clase política, del partido que sea, incapaz en su consciencia de, al haber visto pasar tanta agua bajo el puente, no reaccione y se disponga a resolver lo antes posible las crisis tan terribles que se vienen encima, como la escasez de agua que amenaza con enfrentar no sólo a los diferentes grupos políticos sino a la gente, en una desesperación que Dios guarde la hora.

¡Feliz miércoles!

[email protected], @columnaorbe

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