Muy buenos, días queridísimos lectores, los saludo con el gusto de siempre en estos días que ya son los últimos del mes rosa, agradeciéndoles de antemano su lectura y que mejor ocasión que este mes de octubre para compartirles esta historia y así continuar creando consciencia y luchando contra el cáncer de mama.
Todo comenzó en el hogar de una familia de muy poco tiempo de haberse formado, nido de anhelados proyectos, una pareja de recién casados con el firme y genuino deseo de hacer las cosas bien, teniendo días muy buenos y también días muy malos como cualquier otro matrimonio poniendo en orden tanto marido como mujer sus vidas ahora ya unidas.
Mientras de la cafetera brotaban las primeras gotas de café a muy temprana hora, la mujer al ver su televisor, contemplaba muchísima publicidad relativa al cáncer de mama, corría el mes de octubre precisamente, el mes rosa.
La mujer en ese mismo instante que se tomaba su taza de café, se tomó el tiempo para hacerle un espacio en su lista de pendientes del día y después de hacerlo salió de su casa para dar inicio a sus actividades. Su jornada transcurrió de manera normal, regresó a su hogar, paso la tarde con sus dos hijos muy pequeños uno de tres años y otro de tan solo uno y medio.
Después de ver que sus hijos se quedaron profundamente dormidos, ella procedió a tomar un baño para después irse a la cama y así fue. Minutos antes de lograr conciliar el sueño, un ardor terrible como algo que la quemaba, invadió uno de sus pechos, sintiendo a la vez una sensación de intranquilidad porque justo esa misma mañana ella había visto anuncios en televisión que le insinuaban de manera muy drástica la importancia de hacer sus actividades a un lado e ir a hacerse un chequeo, pero lamentablemente por todas las actividades que tenía ya programadas, no le fue posible hacerlo, a pesar de haberlo agregado en su lista de pendientes.
En ese mismo momento a pesar de estar rendida, decidió levantarse de la cama sin hacer ningún ruido para no despertar ni a sus dos pequeños ni a su esposo, logrando así estar de nuevo encerrada en su baño. No lo pensó dos veces y se puso a recordar todos y cada uno de los movimientos e indicaciones que tuvo oportunidad de ver en esos días referentes a la lucha contra este mal, para ella misma repetirlos y realizar como nunca antes una “autoexploración” la que sería en realidad la primera en toda su vida.
Comenzó sin saber cómo hacerlo a rozar las yemas de sus dedos en el pecho que le ardía mucho y de manera instantánea sin esperarlo, sintió un bulto tan pero tan duro como si fuera una piedra y al momento de recorrerlo con sus dedos podía hasta medir el gran tamaño del mismo. Después de realizar este inesperado hallazgo, la noche se le hizo eterna e interminable, de hecho, ya ni durmió por solo querer que amaneciera para correr con un médico. Ya por la mañana, hizo dos llamadas, una a su madre y otra a su esposo para ponerlos al tanto de que acudiría a revisarse, ellos la alcanzaron allá, en ese entonces la pandemia tenía solo como 3 meses de haber iniciado así que por los protocolos de la misma la tuvieron que esperar afuera durante los chequeos ese mismo día que ingreso.
Y ¡Listo! La atención fue inmediata y ya estaba en el primer filtro, la mirada de la primera doctora no era nada buena ya que efectivamente también sintió ese bulto así que de inmediato la pasaron con otro grupo de médicos, quienes también le confirmaron que efectivamente había algo así que sin perder el tiempo le preguntaron si su decisión era proceder a deshacerse de todo lo que le encontraron, a lo que ella contestó que sí sin dudarlo.
Recostada ya en otro consultorio, procedieron con el análisis ahora a través de un eco gracias a una pantalla que fue la que les permitió a todos visualizar finalmente todo ese bulto que ella ya había sentido gracias a sus manos, pero que nunca había visto por estar dentro de sus pechos. Al tener la gran ventaja de poder verlo, era increíble en primera, que todo eso en realidad estaba dentro de ella y en segunda, que ella no sabía desde cuando lo tenía, ante toda esta impresión solo les dijo a los doctores: ¡Hagan lo que tengan que hacer! Así que en cuestión de minutos a manera de intervención procedieron inmediatamente por medio de una extracción mediante una inyección.
Y fue así como poco a poco durante un buen lapso de tiempo, una gran cantidad de líquido de color amarillento y hasta café, finalmente quedaba fuera de uno de sus senos sin amenaza alguna, teniendo la fortuna de tratarse de un bulto en este caso benigno para su total beneficio. En eso, un enorme suspiro de alivio pero aún invadido de miedo, se desbordaba de ella tras dicha intervención. Pero en aquel día la jornada para esta mujer a pesar de esta circunstancia continuaba, tenía que ir no solo a cambiarse, también a arreglarse y a dar su mejor sonrisa porque tenía que estar como si nada le hubiera pasado al aire en televisión para dar las noticias, de hecho, no le comento nada a nadie de todo lo que le ocurrió ese mañana al llegar al canal.
Ese mismo día esta misma mujer tenía ya programada una hermosa invitación a una entrevista con un pastor, el pastor Luis Armando González, esta invitación no había podido concretarse acomodándose curiosamente la tarde de este día, como todo esto fue tan inesperado obviamente nada de este tema estaba dentro del guion de preguntas y respuestas, así que aquí viene la “Diosidencia”, todo lo vivido fue convertido en un testimonio, y él me dio la total libertad y la gran oportunidad de compartirlo en su programa para así difundir el mensaje y animar a todas las mujeres a checarse para prevenir un posible cáncer de mama. Dos razones me dijeron que este tenía que ser el tema de mi columna semanal, 1era, que aún no concluye octubre y la segunda señal pues que justo ayer me encontré con el pastor y de esta manera con este inesperado encuentro, el me recordó aquel día tan especial.
Así que hoy, a tres años ya de todo esto, pero siendo aún octubre, no podía dejar de aprovechar el privilegio que se me ha dado de desahogarme en esta gran plataforma periodística, La Familia de El Diario, en donde me han hecho sentir como en casa, para compartirles el testimonio de Dhena Mansur Sánchez. Sí, leyeron bien, esta historia que les platique es la mía, una historia que me tomo por sorpresa, que me invadió de miedo, pero que nunca me dobló, es más ese mismo día sigo sin concebir como realice todo de manera normal, pero confieso que traía una adrenalina sorprendente, esa sensación de saber cómo actuar por querer hacer las cosas a tiempo gracias, pero al poderosísimo ejercicio de la autoexploración logrando una detección oportuna y por ende una muy pronta intervención.
Desde estas líneas felicito enormemente a la Unidad de la Mujer que se ubica justo a un lado del hospital regional de especialidades, ahí fue donde me atendieron y santo remedio, pero no solo eso, tuvieron un trato tan especial conmigo, me hicieron sentir valiosa y a la vez protegida, son todo un equipo de especialistas que saben lo que hacen y como deben hacerlo, ya que siempre he pensado que no basta con saber hacer las cosas, cuenta muchísimo el modo de hacerlas. A ti mujer que te estás tomando el tiempo de leerme, quiero que ahora te tomes el tiempo de checarte, primero auto explorándote y después si llegas a sentir algo como yo, lo que sea, no pierdas más tiempo pide un eco mamario y en caso de que tengas más de 40 años una mastografía.
Créeme que es un gran acto de amor hacia tus seres queridos porque si sí lo hacemos, es decir sí nos checamos constantemente, es para procurar vivir más, no menos, así que, por ende, pasaremos más tiempo alado de quien amamos. El cáncer es un padecimiento que no solo padece quien es diagnosticado también quien está a su lado, espero que mi testimonio les sirva, se los comparto con mucho cariño y con la esperanza de que valoren su vida preservando su salud.
Somos muy valiosas y valiosos ya que los hombres no están exentos, no lo olviden y si todas estas acciones nos generaran más años de vida pues que mejor que acatarlas al pie de la letra. Siempre será mil veces mejor dejar todo a un lado para checarnos, que tener que dejar todo a un lado por no haberlo hecho. Así que tienes tarea, siempre recuerda que nunca será tarde si se trata de cuidarte, este no es solo un acto de amor hacia ti, lo es también para todos los que quieres.
X: @Dhena Mansur