noviembre 13, 2024
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Día de Muertos en el ejido

noviembre 1, 2024 | 81 vistas

 

La mañana otoñal es fresca, la verdad muy agradable. Temprano empezaron a llegar las familias hasta aquel lugar. Las flores de cempasúchil, mano de león, rosas blancas y rojas, así como flores artificiales y nuevas coronas alusivas a la fecha, se hacen en presentes.

Nadie desearía estar aquí, pero todos venimos invadidos del recuerdo y del amor que les tuvimos cuando ellos estaban con nosotros.

Entre saludos y sonrisas, darles los buenos días a personas, vecinos, amigos que tenemos tiempo de no ver, es muy placentero.

Se puede apreciar que las señoras de mayor edad acomodaban su reboso y cubren su cabeza, los hombres de sombrero, lo retiran con su mano izquierda para estrechar la derecha de quién gustosamente van encontrando a su paso.

Poco a poco, con el apoyo de las mujeres encargadas se ha improvisado una capilla, se acomodan algunos asientos y se organizaba la lectura.

El sacerdote ha dado inicio a la celebración, la misa del sábado 2 de noviembre inicia y es en honor a los fieles difuntos que tienen sus cuerpos depositados en el cementerio ejidal.

Hay quienes a la distancia recuerdan y enlistan a seres queridos que también se han ido. Pero que le es difícil visitar sus tumbas en otros lugares.

Al fondo rumbo al norte y con la hermosa vista verde de las siembras de sorgo y un poco hacia la derecha una parcela que casi está lista para ser cosechada, todos vemos nuestra comunidad, el ejido donde vivimos y que hoy otros, por azares de su destino, vienen a visitar.

La mayoría de las tumbas lucen limpias, arregladas con flores de temporada, mucho colorido y sus tradiciones coronas. Días antes, lugareños hicieron la fatiga de limpiar accesos y andadores.

Llegamos Todos, bueno llegamos quienes así quisimos. Las diferencias, las discusiones, todo lo malo había quedado atrás, afuera de la malla que delimita el panteón.

La unión y el cariño de las familias se ha visto fortalecido, hoy están juntos y entorno a sus seres queridos. Hay quienes trajeron música, caballos y almorzaron en las tumbas de sus familiares y amigos.

Así es un día de tradición, un día de costumbre convertido en sana convivencia, lleno de recuerdo y con la fe renovada.

Es la conmemoración del día de los fieles difuntos en el panteón del ejido y muy seguramente, esto ocurre en varias comunidades de la región.

Todo el tiempo los recordamos y honramos, pero especialmente hoy, les dedicamos el día.

Hasta la próxima.

 

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