mayo 16, 2025
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Alicia Caballero Galindo

Día del maestro

mayo 15, 2025 | 60 vistas

La palabra “educar” tiene sus raíces en el latín, específicamente en los verbos “educare” y “educere”. “Educare” significa “conducir, guiar, orientar, criar, alimentar”, mientras que “educere” significa “hacer salir, extraer, dar a luz”. Ambos verbos, con matices diferentes, contribuyen al significado de educar en español.

El día de ayer, 15 de mayo, se celebró en todo el país el Día del Maestro, no de los “profes”, que implica un cariz peyorativo. Los maestros, asisten a la escuela para tomar en sus manos el mandato que su vocación les marca, de conducir, orientar, formar, bajo un plan previamente concebido, donde el alumno, es inducido a que tome el camino que lo lleve a una vida productiva y exitosa, con un profundo respeto a su individualidad y a construir su futuro con alta autoestima. Quien prodiga con su experiencia la luz necesaria para conducir a sus discípulos a encontrarse a sí mismos y su vocación.

Ser maestro, es un Don, la palabra maestro es aplicable a un individuo que ejerce a la perfección una actividad, conoce los secretos que llevan al éxito.

Para ser maestro, en educación se requiere poseer la capacidad de transmitir sapiencia y orientar a los alumnos.

Un “profe” asiste a la “chamba” reparte temas para que los alumnos expongan, regala puntos por actividades extracurriculares y poco le interesa si se cubrieron los objetivos de los programas desarrollados. Cumple, hasta cierto punto con horarios, y está pendiente de los puentes y las vacaciones y piensa en la jubilación para “dedicarse a lo que le gusta.

La palabra chamba, es de origen mexicano, nacida en los años 40’s cuando los obreros acudían a las cámaras de comercio (Chamber of Commerce) de la frontera con Estados Unidos, donde los contrataban para hacer jornales en “el otro lado”, ellos se comunicaban y decían “Vamos a la chamba” siguiendo el sonido de la pronunciación en inglés de la palabra chamber.

Ser maestro no es una chamba, es una función social determinante, para la formación de las nuevas generaciones y debe ejercerse con dignidad y respeto a sí mismo, conscientes  de  la importancia de tal encomienda.

Les comparto algunos poemas de una servidora al respecto, dedicados a quienes ejercen con amor respeto y dignidad tan importante misión.

Maestro

¡Tú! Que labras con infinito amor

tiernas conciencias

y que abrazas con profunda vocación

tan noble tarea

¡Tú! Que sin ninguna condición

y con infinita paciencia

brindas la luz de la educación

y das lo mejor sin reservas

¡Tú! Que eres para la nación

cimiento de donde se proyecta

la fuerte edificación

del progreso y la ciencia

¡Tú! Que en mis momentos de desolación

eres bálsamo que consuela

y guías mis pasos a la reflexión

para recorrer del triunfo la senda

¡Tú! Que posees el gran DON

de proyectar tu propia esencia

y hacerla llegar sin distinción

a las diversas inteligencias

Hoy quiero con emoción

poder regalarte la flor más bella

mi cariño y mi devoción

por ser cual brillante estrella

Yo te doy mi mejor canción

de las flores su esencia

un pedazo de mi corazón

y mi gratitud eterna

15 05 02

SÍ, ¡MAESTRO!

Soy maestro porque en mis venas

circula tinta para escribir

en la conciencia de los alumnos

el alfabeto del buen vivir.

Soy sembrador que por el camino

quiero plantar del saber la simiente

el intelecto, es campo fértil

ahí la ciencia siempre florece.

Es mi palabra viento que sopla

que a todos lados quiere llegar

llevando a las jóvenes conciencias

el genuino deseo de triunfar.

Soy maestro porque en mi esencia

está firme el deseo de enseñar

y no habrá obstáculos que limiten

mi sed infinita de aprender y educar.

Soy caminante que por la senda

al horizonte suele mirar

vislumbrando el arco iris

que siempre tratamos de alcanzar.

Soy maestro, ¡sí! ¡orgullosamente!

en donde quiera que yo esté

camino firme, la frente en alto

y el corazón henchido de fe.

Quiero Ser

¡Yo quiero ser educador!

y cincelar con amor esas conciencias

que ávidas, buscan con fervor

escalar los caminos de la ciencia

¡Quiero ser educador! Me dije

tendré la mente siempre abierta

y podré rebasar cualquier dique

que pretenda poner freno a mi carrera.

¡Yo quiero ser un buen profesor!

y no del aula un mercenario

que tan solo ve en la profesión

simple rutina, el devengar un salario.

Quiero ir al encuentro del futuro

con el prístino coraje del que gana

del que nunca espera sentado el fruto

del que sabe cultivar con esperanza.

¡Yo quiero ser educador!

y poder dejar en el alma del niño

dulces destellos de gratitud y amor

y nunca rencor por injusticia y castigo.

Yo quiero dejar en mi camino

vestigios de mis pasos cada día

y no un fantasma gris y anónimo

que pasa sin trascender en la vida.

Quiero ser eterno peregrino

de campos, caminos y veredas

y a mis paso enseñar a los niños

como poder alcanzar las estrellas.

Quiero ser un buen maestro

quiero ser YO MISMO en la escuela

cultivar el saber con cariño y respeto

  y saber dar lo mejor que tenga.

Quiero caminar por los senderos

y al mirar un día lo recorrido

ver en mi cielo brillantes luceros

y poder decir ¡siempre he cumplido!

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