marzo 9, 2025
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Alicia Caballero Galindo

Día Internacional de la Mujer

marzo 6, 2025 | 27 vistas

Ser mujer, ¡es un privilegio! En 1857, 129 trabajadoras textiles murieron en un incendio en la fábrica Cotton de Nueva York mientras protestaban por sus condiciones laborales. En 1909, se celebró el primer Día Nacional de la Mujer en Estados Unidos. En 1975, la ONU celebró por primera vez el Día Internacional de la Mujer el 8 de marzo. En 1977, la Asamblea General de la ONU adoptó oficialmente el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer.

Si bien, el Día Internacional de la mujer es trágico en sus orígenes, hoy celebramos año con año que la mujer, a nivel internacional, va conquistando su justo espacio en la sociedad, a base preparación, trabajo, dignidad y el valor de hacer escuchar las voces femeninas en el mundo. Aún hay mucho por hacer, existen grupos femeninos vulnerables, a expensas de un machismo enfermizo que debe combatirse sin descanso, pero las voces de libertad e igualdad de derechos, son cada vez más fuertes.

Honremos a las pioneras de este importante movimiento, que ofrendaran sus vidas, en aras de la igualdad de derechos, luchando sin descaso contra la violencia y la opresión, esgrimiendo las armas más poderosas; estudio, trabajo, unidad y lucha por los derechos de la mujer, sin olvidar que somos el sexo fuerte, capaz de engendrar vida y con la fortaleza del viejo roble que se aferra a la tierra con sus raíces para ofrecer un remanso de paz bajo su fronda.

Les comparto algunos poemas que he escrito a lo largo de mi quehacer literario.

 

Porque soy lo que soy

 

Porque nacimos

con una Gracia especial

y un corazón poderoso

porque nuestra alma es fuerte

y capaz de amar sin medida

porque Dios nos regaló

el Don de generar vidas nuevas

y moldear conciencias.

Porque somos roble que guarece

en el andar por los caminos

fiera defendiendo a su estirpe

reciliente espíritu que dibuja una sonrisa

aunque el alma esté en pedazos.

Dulce caricia que consuela

manos que enjugan lágrimas

y conducen con firmeza

hacia la superación.

Madre, esposa, hija, luz que guía

regazo amoroso que ampara

caudal de pacifica

y sacia la sed del alma.

 

 

¡¡Soy mujer!!

 

Soy rosa, soy viento soy suspiro que se aleja

en busca de la brisa y de ese “yo” que nadie,

tal vez ni yo misma conozca.

Soy perfume, sangre viva

hierba fresca cubierta del rocío

que deja el amanecer.

Soy vientre que germina

intelecto siempre buscando

en las intrincadas veredas

de su propia identidad.

Soy lágrima escondida, beso furtivo

Soy suspiro que viaja hasta el mar

letra que gravita pretendiendo ser poesía

libertad encadenada…

Soy a la vez vereda y caminante

dorada y frágil espiga

y poderosa raíz que sustenta.

Soy luz que acaricia

o feroz rayo que horada conciencias

 

Soy la voz que encierra

los cantos secretos de todas las aves del universo.

Soy esperanza que espera…

lluvia de pétalos que nunca marchitan

ni pierden su perfume y su color…

Soy noche mullida que amorosa acuna a las estrellas

y arrulla a la luna mientras duerme…

Soy, simplemente ¡MUJER!

 

 

Quiero ser como el agua

 

Quiero ser como el agua

versátil

que en cualquier receptáculo se acomoda

y sabe adaptarse a cualquier forma

llenando espacios hasta el último rincón.

Quiero ser como el agua

que sabe encontrar la más imperceptible grieta

para escapar silenciosa y plácidamente

de cualquier espacio que intente contenerla.

Quiero ser como el agua

maleable, huidiza, inatrapable incontenible…

Capaz de rugir como la voz de Zeus

estremeciendo el corazón mismo de la tierra

o cantar la más dulce melodía

bajando desde la montaña en caudales de plata.

¡Quiero ser como el agua!

Impredecible.

Elevarme convertida en nube

y bajar de nuevo como llovizna o chubasco.

Quiero ser como el agua

porque en su líquida entraña

lleva atesoradas la esencia de la vida y la libertad.

A pesar de su maleabilidad y transparencia

no deja traslucir sus secretos.

Hielo que hiere, torrente que abraza

nube que acaricia

lago cristalino, turbia laguna que no permite

penetrar en sus secretos más íntimos

polifacética y veleidosa, misteriosa …

¡al fin mujer!

 

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