Por Mauricio Zapata.-
Parece que Morena en Tamaulipas no existe como partido político.
Se supone que cuando se eligió un Comité Estatal, era para darle una mayor presencia en los municipios y en los medios.
Pero no.
Pocos conocen a la dirigente que solo hace acto de presencia mediante algún boletín por ahí de vez en cuando.
Quienes le dan presencia a ese partido, son los alcaldes, algunos diputados y, desde luego, a nivel nacional, la popularidad del presidente López Obrador.
Pero mientras otros partidos hacen ruido aquí en el estado, la de Morena está bastante calladita y su chamba es por demás discreta.
Demasiado discreta, diría yo.
Por un lado están los panistas y su dirigente Luis Cantú. Si bien, no es un tipo de sangre ligera y es repudiado hasta por los mismo panistas, el hombre ahí está haciendo ruido.
Está Carlos Solís del PRI, quien por cierto se ha estado reuniendo con periodistas y representantes de diferentes sectores de la sociedad. Hace declaraciones y levanta la mano.
Bueno, hasta el del PRD está más presente que la de Morena.
El del Verde es el más estridente. Hasta parece que ese es el partido en el poder y no Morena.
Incluso, el PT y Movimiento Ciudadano tienen mucho activismo y están entre los reflectores.
Pero Morena es prácticamente inexistente. Y me refiero con ello a la dirigencia. Como movimiento, pues ahí están con la aceptación ciudadana por la popularidad de su líder espiritual.
Si bien es cierto que el poder de Morena está en la gente; en la población civil, también es cierto que como estructura partidista no está aceitada.
Creo que están confiadísimos que esa bandera amloísta les va a durar toda la vida y no están creando estructuras fuertes para sostener su poderío actual.
Las estructuras que han hecho ganar a sus candidatos son de ellos, de los candidatos y cuando se vayan, se van con todo y sus seguidores.
Con la visita de las corcholatas se van más los otros partidos que los morenistas, y eso debe preocuparles, y mucho.
Estamos en meses de definiciones y la dirigencia estatal de Morena está echada a la hamaca, pensando que no tienen nada qué hacer.
A ver si no se arrepienten después.
EN CINCO PALABRAS.- No tienen nada que perder.
PUNTO FINAL.- Las historias se cuentan al final, no al principio: Cirilo Stofenmacher.
Twitter: @Mauri_Zapata
