Mauricio Zapata
Hace unos días, en Ciudad Victoria se hizo viral el caso de una persona trans a la que no se le permitió usar el baño de mujeres en un establecimiento comercial.
De inmediato, se desató el debate: ¿fue un acto de discriminación o simplemente una cuestión de normatividad y sentido común?
En México, la identidad de género está reconocida por la ley en varias entidades, lo que permite a las personas trans ser tratadas conforme a su identidad autopercibida.
Sin embargo, en la práctica, el tema sigue generando controversia.
No se trata de una simple cuestión de derechos humanos, sino de la compleja convivencia en sociedad.
¿Hasta qué punto un negocio puede decidir quién entra o no a sus instalaciones sin caer en la discriminación?
Por un lado, está la legítima exigencia de las personas trans de ser reconocidas en el género con el que se identifican.
Por otro, la preocupación de algunas mujeres que no se sienten cómodas compartiendo un espacio tan íntimo con alguien que, independientemente de su identidad, nació biológicamente hombre.
El problema es que la discusión se ha polarizado.
Y hasta ahora no ha habido voces ni normas ni legislaciones que permitan tener una postura mediadora.
Hay quienes, en nombre de la inclusión, exigen que cualquier persona pueda entrar al baño con el que se identifique sin cuestionamientos.
Pero también están quienes creen que abrir esa puerta sin restricciones podría dar pie a abusos de personas malintencionadas.
Insisto: el verdadero reto es encontrar un punto medio.
En muchos lugares del mundo ya existen baños mixtos o individuales que evitan este tipo de conflictos.
¿Por qué no apostar por ese modelo en lugar de obligar a la sociedad a aceptar cambios que aún generan resistencia?
Sería eso apostarle al punto medio que señalábamos líneas arriba.
Es necesario garantizar el respeto y la dignidad de todas las personas, sin imposiciones ni señalamientos.
Porque cuando los derechos de unos chocan con las percepciones de otros, la solución no está en la imposición, sino en el diálogo y el respeto mutuo.
EN CINCO PALABRAS.- El debate dará mucho más.
PUNTO FINAL.- “Ya sabemos de lo que son incapaces”: Cirilo Stofenmacher.
X: @Mauri_Zapata