Ma. Teresa Medina Marroquín
‘DICTADURA’ ES UNA CORTINA DE HUMO PARA ENCUBRIR LA MINA DE ORO Y DIAMANTES
Y A PROPÓSITO DE QUE DOS JUECES ORDENARON SUSPENDER LA DISCUSIÓN DE LA REFORMA JUDICIAL
A punto de finalizar el gobierno de Andrés Manuel López Obrador se cumplen dos sexenios, incluido el de Enrique Peña Nieto, en los que el Poder Judicial de la Federación eludió o ignoró que los salarios de los ministros de la Corte no debían ser superiores al del Titular del Poder Ejecutivo Federal.
El tema inició en el gobierno de quien también había sido gobernador del Estado de México, cuyo pecado político fue no haber tomado al toro por los cuernos, como ahora lo hace López Obrador.
Peña fue muy tibiecito con esa clase política-judicial muy dada a tan increíbles auto-privilegios y jamás tan entrón como el tabasqueño que –por ir al fondo de los abusos y la corrupción que se viven el Poder Judicial Federal– ha provocado una serie de reacciones que (ojo aquí) suelen ser interpretadas por clasistas y conservadores como la llegada de una “dictadura”.
“Dictadura” que, acusan los señalados, no aparecerá por ningún lado, y que sin embargo así la califican, pues, mire usted, no faltaba más, es una mina de oro y diamantes que AMLO les habrá de cerrar.
Y cuyo cierre de esta “mina” que venían explotando tranquilamente como propia ministros, magistrados y jueces nadie se había atrevido a tanto, no sólo para exhibirlos sino para que ese Poder Judicial regrese a la normalidad.
MUCHOS AÑOS SINTIÉNDOSE LA ‘ARISTOCRACIA DEL BARRIO’
Ese es entonces el meollo del asunto: Un poder judicial que si bien no todos sus integrantes son corruptos y abusivos, hay que aclararlo justamente, sí está en manos de un grupo que acumuló un enorme poder que, también hay que decirlo sin ambages, “olvidó” que sus deberes ordenados por la Constitución General de la República eran de impartir justicia.
Pero no fue así y de pronto se ocultaron del pueblo, se convirtieron en “personajes de la élite”, y sus relaciones y nexos llegaron al punto en que sólo se daban con una “clientela” pudiente hasta millonaria.
En otras palabras, no sólo se les “subió” el poder y la riqueza a la cabeza, también se sintieron “la aristocracia del barrio” como Serrat criticó con agudeza a quienes perteneciendo al pueblo pierden su ubicación.
Y olvidan que son pueblo como todos, porque de ahí venimos y no somos de ninguna manera miembros de ninguna realeza, aristocracia, burguesía o élite.
SIN HUMANIZAR SUS ENCOMIENDAS LOS JUECES DE LOS ESTADOS
Lo mismo comenzó a ocurrir con los jueces de los estados o del fuero común, que suman muchas décadas sin humanizar sus encomiendas, porque se sienten fuera de ese contingente de servidores públicos.
Esto es, se quieren “cocer aparte”, y ahí es donde a la justicia la mandan al demonio, pues en sus delirios de ser personas “tan importantes” se volvieron insensibles con la gente humilde, a la que ni por asomo reciben para oír y constatar sus desgracias personales.
Esta es la suma de cuanto ocurre en los ámbitos federal y estatal con la justicia, sin dejar de precisar que el primero debe transformarse, para que los de fuero común, que son casi seis mil en todo el país, hagan lo propio.
UAT ENFERMERÍA TAMPICO EN CAMPAÑA DE DETECCIÓN DE CÁNCER DE MAMA
La Facultad de Enfermería Tampico (FET) de la Universidad Autónoma de Tamaulipas llevó a cabo una campaña de tamizaje para la detección temprana de cáncer de mama, realizada con la Jurisdicción Sanitaria II de la Secretaría de Salud. Este esfuerzo ha beneficiado a un total de 45 mujeres del personal docente y administrativo de la institución.
La campaña tuvo como objetivo proporcionar a la comunidad académica un acceso sencillo y directo a pruebas de detección para el cáncer de mama, una enfermedad que, si se detecta a tiempo, puede ser tratada con mayor eficacia. El módulo de salud en la Facultad del Centro Universitario Sur demuestra el compromiso institucional de la UAT con el bienestar de su comunidad educativa, fortaleciendo la labor preventiva y educativa en el ámbito de la salud.
¡Deseándole un día maravilloso!
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