Por Mauricio Zapata.-
Tamaulipas tendrá una disminución, ligera, pero
disminución al fin en términos reales del presupuesto
para el año que entra.
No habrá dinero para obras grandes.
Olvídense del acueducto. De terminar la autopista
del altiplano.
No hay inversión fuerte para salud y para educación.
Ni un centavo para mantenimiento a carreteras.
El Hospital de Alta Especialidad no tendrá recursos
para contratar personal médico, cuyo déficit es de
casi la mitad.
Ni pensar en algunos proyectos que estaban
programados iniciar el 2024.
Toda la lana será repartida en dádivas asistenciales.
Para la Capital, no solo habrá poco dinero, sino que
apenas alcanzará para los servicios públicos y la
enorme nómina.
En resumen: no será un presupuesto benévolo.
¿A quién culpar ahora?
Hasta hace un año se decía que era por los pleitos
que tenían con el exgobernador panista, que ni vale
la pena mencionar su nombre.
Pero el hombre éste ya no está.
¿Ahora a qué se debe este bajón?
El amor por Tamaulipas solo se abocó a tener dos o
tres visitas más que otros mandatarios para
supervisar algunas cositas en el estado, pero no se
vio reflejado en un presupuesto bondadoso.
Claro, van a decir que sí hubo un incremento.
Y créanlo: lo presumirán como un enorme logro de
AMLO para Tamaulipas.
Pero no es así.
A eso le añadimos que el que se supone está para
defender el dinero es un títere que no solo responde
a lo que su jefe Mario Delgado le ordene.
Y la orden es: “no le cambies ni una letra al proyecto
original”.
Tamaulipas ni con el Chapulín Colorado para tener
un poquito más de presupuesto.
Lo que nos lleva a pensar que el pleito con el
anterior gobernador solo fue un pretexto para no
apoyar a una entidad que le da mucho a la
Federación.
Lo que nos queda es que los encargados de
administrar el dinero hagan magia, lo estiren y haga
que rinda. No hay más.
EN CINCO PALABRAS.- Es lo que nos tocó.
PUNTO FINAL.- “En el ajedrez político, el alfil no se
mueve en diagonal”: Cirilo Stofenmacher.
X: @Mauri_Zapata