Cuando el dramaturgo y polemista irlandés George Bernard Shaw (1856 -1950) hizo esta declaración no aludía enteramente a la muerte física, sino a la aniquilación del poder de las ideas que alimenta la disidencia y que algunos regímenes buscar suprimir, particularmente entre aquellos que desafían el statu quo, diseminan ideas controversiales o exigen lo que por derecho corresponde a lxs ciudadanxs.
De acuerdo al Sistema de Vigilancia Epidemiológica de VIH, publicado en 2024 para el Informe Histórico Día Mundial VIH 2024, en México fueron detectados 15,798 nuevos casos de VIH. Si las cifras son correctas, 2,235 casos menos que en 2023. A todas luces, tal disminución parecería una franca ganancia. Sin embargo, no lo es.
Las personas que viven con VIH y sus familias se enfrentan a diario con el desabasto de medicamentos antirretrovirales en centros de salud e instituciones públicas. Las poblaciones, en su mayoría jóvenes, que desean tener acceso a métodos efectivos de prevención del VIH que van más allá del uso del preservativo, como son las profilaxis post y pre exposición (PEP y PREP), siguen siendo inalcanzables, a pesar de su alta efectividad para evitar nuevos contagios. Yo, personalmente, he conversado con jóvenes a quienes ni siquiera les es familiar este tipo de mecanismos que podrían salvar su vida.
Las personas que viven con VIH, o virus de la inmunodeficiencia humana, sobrellevan un diagnóstico, que, de no ser atacado con Tratamiento Antirretroviral (TARV) su sistema inmunológico va debilitándose, y con ello, su capacidad para combatir infecciones y enfermedades. Si no se trata, el VIH puede llevar al síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida), que es la etapa más avanzada de la infección. La hepatitis C o la sífilis son comunes entre personas cuyo sistema inmunológico está comprometido: su única esperanza es el tratamiento antirretroviral que debe —sí o sí— otorgarles puntualmente el sistema de salud del que sean derechohabientes. Incluso si no lo son, se encuentran los CAPASITS. A continuación, comparto la dirección y teléfono de este centro en nuestra ciudad capital: Av. Justo Sierra s/n, Pedro Sosa, CP 87000 Cd. Victoria, Tamps., teléfono: 834 134 1499.
El 2 de diciembre de 2023, Día Mundial de la Lucha contra el VIH/sida, Alaín Pinzón, activista y fundador de VIHVELIBRE, encabezó, junto a muchxs más, una manifestación de protesta frente a las instalaciones del Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH y el Sida (Censida), en Polanco, CDMX. La inatención y ausencia de las autoridades que nunca salieron a dialogar con los manifestantes llevaron esta protesta a la radicalización: quema de sillones ejecutivos, vidrios rotos, pintas que denunciaban la “serofobia”, pancartas en las que se leía “desabasto” junto cientos de recetas sin surtir.
Aunque no justifico la violencia como vía para el diálogo —no hubo persona alguna lesionada durante la protesta—, cuando este torna imposible ante la sordera de las autoridades, que bien podrían tomar como ejemplo el trabajo comunitario efectivo y de amplia repercusión que realizan Alaín y VIHVELIBRE, y que ha sido reconocido por cuerpos colegiados de primera atención al VIH, científicos, medios nacionales e internacionales, organizaciones de la sociedad civil, entre muchos otrxs; hoy Alaín es sujeto de una denuncia penal por parte de la Secretaría de Salud. No es
casualidad que Pinzón haya participado en la Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas (CROI) 2025, siendo el primer no médico en hacerlo y ovacionado de pie al término de su intervención.
Hoy Alain enfrenta una denuncia penal de la Secretaría de Salud por la protesta que arriba le narro y que Pinzón hizo pública el pasado lunes, derivada de la carpeta de investigación FED/CDMX/SPE/0005727/2023, por el delito de daño a la propiedad pública, además de ser citado a una audiencia en los primeros días de junio en el Centro de Justicia Penal Federal en la Ciudad de México, con sede en el Reclusorio Norte.
No deseo despedirme de usted, apreciable, lector, sin compartirle un fragmento del discurso Un Momento para Romper el Silencio, que el 4 de abril de 1967, en la Iglesia Riverside, de Nueva York, justo un año antes de ser asesinado, Martin Luther King Jr. proclamó con firmeza respecto a la violencia de la guerra de Vietnam: “¿O habrá otro mensaje: de anhelo, de esperanza, de solidaridad con sus anhelos, de compromiso con su causa, cueste lo que cueste? La decisión es nuestra, y aunque preferiríamos otra cosa, debemos elegir en este momento crucial de la historia humana”.
Yo elijo la solidaridad sin fronteras y reitero mi apoyo, ternura y empatía para Alaín y para quienes luchan, sin armas, porque la vida pueda seguir brillando en otrxs.
Le comparto mi correo electrónico: [email protected]