noviembre 22, 2024
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Rogelio Rodríguez Mendoza

El Congreso, urgencia guinda

noviembre 23, 2023 | 256 vistas

Rogelio Rodríguez Mendoza.- 

EL CONGRESO, PRIORIDAD MORENISTA.- Más allá de las prioridades que pueda tener Morena en el escenario nacional durante la elección del 2024, en lo local la urgencia para el partido gobernante deberá ser ganar la mayoría en la siguiente legislatura.

Para los intereses del gobierno morenista de Américo Villarreal Anaya, ganar las senadurías, diputaciones federales y ayuntamientos, no es tan importante y urgente como lo es asegurar el mando absoluto del Congreso del Estado.

El morenismo tamaulipeco puede darse el lujo de perder cualquiera de esos espacios, pero no el control de la legislatura.

Tener el dominio absoluto de la 65 legislatura local, que iniciará su ejercicio el uno de octubre del 2024, evitaría que se le sigan poniendo piedras en el camino a la administración estatal, pero también abriría la posibilidad de que, por fin, puedan romperse los candados, que el exgobernador panista, Francisco García Cabeza de Vaca, colocó en la constitución y las leyes, algo que no han conseguido los actuales diputados morenistas.

¿Lo logrará Morena? Eso dependerá de varios factores, pero hay uno que destaca: los candidatos que vaya a postular para las diputaciones no solamente deben ser populares sino también profesionistas con experiencia.

Y es que, la bancada guinda necesita una mayoría aplastante, blindada contra madruguetes legislativos, que sepa debatir y argumentar desde tribuna y en comisiones, para que no siga incurriendo en los yerros que ha venido cometiendo.

Habrá que ver si la oposición lo permite.

FIEBRE REELECCIONISTA.- A propósito, muchos de los diputados morenistas andan gestionando su reelección.

Nos aclaran que esa fiebre reeleccionista afecta por igual a morenistas que a panistas, aunque con mayor intensidad a los primeros.

Sabemos, por ejemplo, que varios de los diputados guindas han estado tratando de obtener la venia del gobernador, Américo Villarreal Anaya, para intentar mantenerse otros tres años en sus curules.

Algunos de esos legisladores morenistas son: Juan Vital Román, Ovidio García, Isidro Vargas, Consuelo Lara Monroy, Gabriela Regalado Fuentes y hasta Javier Villarreal Terán.

De hecho, hay otros como José Braña Mojica, Marco Antonio Gallegos Galván, y José Alberto Granados Favila, que andan buscando la reelección, como premio de consolación, en caso de que no sean postulados como candidatos a alcaldes de Victoria, Reynosa y Matamoros, respectivamente.

En el ala panista, andan en las mismas, con la diferencia de que ahí el aval lo buscan con el exgobernador, Francisco García Cabeza de Vaca, quien será el que reparta el pastel blanquiazul de las candidaturas.

PROMESA.- Aquella promesa presidencial de acabar con la corrupción en las aduanas fronterizas quedó en eso: en una promesa.

De nada sirvió que se cediera el control de los cruces fronterizos a la Secretaría de la Defensa Nacional. Hoy la corrupción está más presente que nunca en entidades como la nuestra.

Suponer que el solo hecho de colocar a militares al mando de las aduanas sería suficiente para desterrar la antiquísima practica del moche, era iluso.

Los militares también son seres humanos y, más allá de la disciplina formativa que los caracteriza, son igual de débiles que los civiles ante las tentaciones del dinero fácil.

Además, no es sencillo vencer o someter a factores facticos como el del narcotráfico. Los grupos criminales siguen imponiendo su vieja ley de, plata o plomo.

Está claro entonces que, para acabar con la corrupción se necesita mucho más que una orden presidencial o los buenos deseos de un gobernante.

En suma, la batalla contra la corrupción aduanera está perdida para el gobierno de, Andrés Manuel López Obrador. Qué lamentable. Qué pena.

ASI ANDAN LAS COSAS.

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