Le gusta el exhibicionismo, el circo. Busca los reflectores y, si nadie se los enciende, ahí está él para quererse. Tiene complejo de artista.
Así es el orgullo del ejido El Charco, municipio de Villagrán, Arnulfo Rodríguez Treviño, por segunda vez jefe de la sección 30 del SNTE.
Se habla de un trauma que trae desde chiquillo, cuando lo mandaron a la normal rural de Tamatán y sufrió el tradicional “bautizo” de sus compañeros.
El complejo de Virrey le aparece cuando no tiene que sacar de su bolsa para invitar al festejo de su “cumple”. No movió multitudes mientras estuvo en la fría banca.
Esta vez contrató 300 mesas con diez sillas cada una para dar de comer a tres mil tráqueas, más alrededor de 300 que se quedaron “a pié”.
Siempre “en público y ante la gente”, como dar rienda suelta a un complejo no tan oculto en su inconsciente si se trata de un evento que no genera beneficios a los agremiados, más que satisfacer egolatrías del festejado.
Pareciera que le gusta sentirse venerado, idolatrado, consentido y apapachado por aduladores.
La concentración fue en el Polyforum, que dijo le prestaron autoridades estatales desde el sábado. Ahorró los 70 mil varos que cuesta la renta.
Según él fue invitado por sus amigos. un grupo de 25 cuates que “me ayudaron” al financiamiento de la comida: Guisos de barbacoa, chanfaina, arroz y carnita, con pastel como postre.
La pregunta en el ambiente:
¿Ahora no salió el gasto de los fondos sindicales?
Por lo pronto hay que creerle mientras no se demuestre lo contrario.
Es el segundo jefe sindical en la historia del gremio que da rienda suelta a sentimientos inconfesables.
El otro fue Jesús Cervantes Sánchez, otrora cacique de la 30 en los años setentas ¿quiere seguir el mismo camino?
No parece haber condiciones como medio siglo atrás.
Sin afán de ofender debe haber un trastorno por ahí. Los tiempos no están para echar la casa por la ventana.
La austeridad predomina en instancias oficiales y sector privado.
Colaboradores dejaron correr la versión de un “destape” ¿a qué?, por concentraciones de profes en las principales ciudades.
Hasta le asignaron una senaduría por “cualquier partido” como si se tratara de un liderazgo fenómeno.
El hombre orquesta lo desmintió rápido cuando los periodistas le preguntaron sobre ese eventual “destape”. Se queda en la sección 30 “mientras Dios me de vida y salud” a defender la escuela pública y por supuesto los libros de texto. Viene “alineado” desde el CEN.
En su tiempo dio rienda suelta a frustraciones no confesadas. El 17 de agosto del 2009 organizó una faraónica comida en los Terrenos Feriales, apoyada por el gobierno de Eugenio Hernández Flores, a quien sentó en su mesa como trofeo de un liderazgo que amenazaba continuidad.
Eugenio lo apapachó: “A Arnulfo no se le puede negar nada porque sabe pedir las cosas”. Le concedieron todo lo que pidió, diputaciones y hasta la mitad de chambas directivas de la SET.
Cumplía 63 años. En esta pachanga llegó a los 77.
En aquel entonces fue tan grande el “cumple” que dio comida y bebida a 15 mil almas hambrientas y sedientas de esa calurosa tarde, como la de este martes 15 de agosto, que llegaron en autobuses y micros que él pagó.
Organizadores y observadores hablaron del sacrificio de 15 vacas y el doble de borregos. Cerveza y vinos corrieron a discreción hasta dejar satisfechos muchos cuerpecitos.
Por aquello de los egos, ya fue candidato al senado por el PANAL -sabiendo que no iba a ganar-, partido propiedad de Elba Esther Gordillo. Desde el gobierno estatal le concedieron cien mil sufragios ¿o fueron auténticos de él?
Hablando de la segunda etapa de grandeza del guía material y espiritual de 60 mil profes ¿qué prominentes asistieron?
Por obligación la jefa de la SET, Lucía Aimé Castillo. Ningún otro secretario del gabinete.
Más que nada gente de Morena: Doña Lupa Covarrubias, la que cobra como senadora; los diputados locales Vital Román Martínez, Javier Villarreal y José Braña, y ciertos alcaldes como la panista de San Fernando, Maybella Ramírez.
Presente el delegado de Gobernación, Felipe Garza Narváez, y el secretario del ayuntamiento de Victoria, Hugo Reséndez Silva.
Por el Congreso del Estado, el diputado del PAN Félix García Aguilar acudió a la sesión de Comisión Permanente, pero solo a buscar camorra.
Viajó desde Nuevo Laredo para no hacer nada provechoso. Mejor se hubiera quedado allá, con su familia.