Rogelio Rodríguez Mendoza
TERQUEDAD DE CONAGUA.- Desde la gerencia estatal de la Comisión Nacional del Agua, (Conagua),sus titulares (el actual y quienes le antecedieron) se la han pasado negando el riesgo de que la capital del estado se quede sin agua por el gradual secado de la presa, “Vicente Guerrero”.
Para justificar su optimismo de que, “no pasa nada”, refieren que el vaso lacustre tiene todavía casi 350 millones de metros cúbicos y que el consumo anual de Victoria no llega a los 30 millones de metros cúbicos.
Sin embargo, este martes reciente, el gerente de la Comapa capitalina, Elíseo García Leal, admitió que, si para agosto no llueve con suficiencia, el nivel de la presa caerá al 7 por ciento de su nivel, lo que obligará a “poner bombas sobre balsas” para poder seguir trayendo el agua que abastece a la mitad de Victoria.
Literalmente el destino nos alcanzó, y a pesar de la terquedad de la Conagua de que, “no hay riesgo”, lo cierto es que el peligro de un desastre social se acerca cada vez más.
Como hemos insistido desde aquí, en vez de estar repitiendo sus estribillos, quienes mandan en la Conagua ya deberían estar coordinando una estrategia con los gobiernos estatal y municipal, para enfrentar una eventual situación en que no haya de donde obtener agua para el abasto doméstico de los victorenses.
YA PARA QUÉ.- Por cierto, está corriendo el cuarto mes del año y no se ve para cuando vayan a llegar los recursos que permitan el inicio de la obra de construcción de la segunda línea del acueducto, “Guadalupe Victoria”.
Sin embargo, bajo las condiciones actuales en que la presa “Vicente Guerrero” está en su más bajo nivel de la historia, y ante los pobres pronósticos de lluvia a mediano y largo plazo por efectos del cambio climático, la obra dejó de ser una urgencia.
¿Para qué nos serviría un acueducto si no hay agua para traer?
Pareciera que llegó el momento de que los gobiernos (el federal, estatal y municipal), vayan tomando con seriedad la otra alternativa que expertos han puesto sobre la mesa: usar el agua del mar.
La instalación de desalinizadoras para potabilizar el agua del mar es una posibilidad demasiado costosa, pero que al final de cuentas resolvería en definitiva la crisis del agua que enfrentan las ciudades.
La ventaja para entidades como la nuestra es que tenemos el mar a la mano, lo que no sucede con otros estados.
El problema es que las autoridades tendrán que darse prisa, porque tiempo queda poco. Y no es exageración.
DE NADA SERVIRÁ.- Este miércoles, el Congreso del Estado fue sede de un foro y una mesa de análisis de las 20 iniciativas de reforma constitucional, que el presidente, Andrés Manuel López Obrador, envió a la Cámara de Diputados el pasado cinco de febrero.
Sin embargo, más que de análisis, ambos ejercicios fueron simples reuniones para darle un espaldarazo incondicional a las propuestas del mandatario federal.
No hubo un solo ponente que criticara o se pronunciara en contra de alguna de las dos decenas de iniciativas. Quizás se deba a que casi todos los participantes eran militantes o simpatizantes de Morena.
El detalle está en que, de poco o nada servirá lo que se haya dicho en ambos ejercicios de consulta, por dos razones: una, porque difícilmente las fuerzas políticas representadas en el Congreso de la Unión tomarán en cuenta lo que se haya dicho en entidades como la nuestra; y dos, porque es prácticamente imposible que las iniciativas vayan a ser aprobadas porque Morena no tiene los votos necesarios para ello.
Ya verá usted que así será.
ASI ANDAN LAS COSAS.