Lo que parecía imposible de suceder, finalmente está a punto de ocurrir, que es quedarnos sin agua dulce para consumo humano, animal y uso agrícola.
Esto que se avizoraba desde hace décadas y desde entonces se emprendieron campañas de concientización, como aquella que trascendió al tiempo de “Amanda, ciérrale”, pero que no tuvo eco, porque no se hizo conciencia, y aunado al desperdicio en su uso del día a día, también del que se perdió en las miles y miles de fugas en la red hidráulica, y la prolongada sequía que azotó a casi todo el país, en donde Tamaulipas no fue ajeno a esto, y ahora tiene a todos los tamaulipecos preocupados.
La situación es tal, que los primeros en vivir los estragos de la falta del agua, serán los residentes del sur de la entidad, pues el sistema lagunario se agota, solo le queda reserva para cinco días.
Se podría decir que solo un milagro revertiría el futuro de los porteños, porque pese a que existe el interés de las autoridades por buscar una solución a lo que llaman “la crisis hídrica”, la verdad es que no hay un plan o estrategia definida.
Quizás suena catastrófico lo que ahora escucha, pero es una realidad y los habitantes del sur del Estado están a punto de vivir la peor crisis de falta de agua.
La capital de Tamaulipas, y el norte de la entidad, aun cuentan con reserva de agua para sobrevivir algunos años, pero de no hacer conciencia en su uso, y las autoridades de no solucionar las miles de fugas en la red hidráulica, y tampoco nos azote algún huracán, terminaremos igual que los porteños, con los días contados para no tener agua.
Pero a pesar del panorama, las declaraciones de las autoridades, en especial de las legislativas, son una burla, porque a días de que se agote el agua, apenas planean llevar a cabo una mesa de análisis para determinar las acciones a seguir.
Dice Úrsula Salazar Mujica, presidenta de todas las mesas en el Congreso del Estado y postulada a la diputación local por el sur de Tamaulipas, que conserven la calma, que no debe haber pánico, que van a encontrar una solución.
Definitivamente que sus declaraciones son un insulto a la inteligencia de los sureños, que están cansados de vivir en la mentira y la simulación.
Porque a pesar de que las autoridades conocen la crisis por el agua, estuvieron más ocupados en la grilla política, en asegurar una candidatura, que ponerse a buscar una solución a un problema tan grave como es la falta de agua.
No cabe duda que hay autoridades y candidatos que ven la tempestad y no se hincan.