Melitón Guevara Castillo
¿Es fácil gobernar? Yo creo que no, porque para hacerlo de una manera firme, seria, responsable, eficiente y con eficacia, no basta la imaginación, ni la creatividad, así como en otros tiempos lo proponía Manuel Cavazos Lerma: por eso dicen que el dinero no hace feliz a las personas, pero que, en última instancia, ayuda un poco. Y en el caso de los gobernantes, para cumplir sus promesas requieren dinero, más y más dinero, puesto que las obras públicas o la pensión de adulto mayor no se hacen o proporcionan con solo promesas.
Recuerdo que en los setenta, cuando se proclamaba la reforma administrativa, el gobierno decía que lo significativo era que se tenía que hacer con 50 pesos lo que antes se hacía con 100. Claro, hoy en día, guardando las debidas distancias. En pocas palabras, creo que bien vale eso de que un político pobre, es un pobre político… lo mismo, creo, se debe decir sobre los gobiernos. Y es que se acaba de conocer que el Gobierno federal hace, mes tras mes, recorte de las participaciones federales.
VICTORIA, EL MEJOR EJEMPLO
Cuando Eduardo Gattás pretendió ser Presidente Municipal por primera vez emocionó a los victorenses con pugnar por la construcción del segundo acueducto… perdió, pero luego volvió por la revancha y ganó. En esa segunda campaña, ya no insistió tanto, pero sí en que si ganaba llegaba a Victoria la 4T. Y nada, no llegó, por una sencilla razón: en principio, hagan de cuenta, el Gobierno estatal le regateó el apoyo económico y los recursos económicos de que dispone el Municipio se van, casi todos, en nómina y en gastos administrativos.
Hagan de cuenta que el agua y la basura han sido las piedritas en el calcetín del gobernante. El agua, a fin de cuentas, si no llueve, si no hay en la presa, pues ni cómo resolver el problema. El de la basura sí, pero con dinero: por eso se emocionó cuando la bancada morenista aprobó el Fondo de Capitalidad, de ahí tomaría recursos para comprar camiones. Y nada, que el gobierno lo vetó: hasta que llegó Américo Villarreal y entró en operación el famoso Fondo… en fin, ahora sí, como hubo dinero, hay camiones para la basura.
FINANCIAMIENTO PÚBLICO
Cuando Tito Reséndez fue gobernante municipal, un buen día, como justificación: el Municipio es como una casa, todo depende de los ingresos… Así de simple, no se puede gastar lo que no se tiene. Y el erario, la hacienda pública, se integra por los ingresos de los impuestos, los derechos y aprovechamientos, pero la tajada principal viene de las participaciones, que son porcentajes que por recaudación de impuestos la Federación entrega a los estados y estos a los municipios. Y un ingreso, digamos extra, son las inversiones que la Federación hace en el estado o este en los municipios.
AMLO en el gobierno anterior no aterrizó recursos federales a la entidad, porque teníamos un gobierno panista, solo entregaba lo que correspondía a las participaciones. Ahora el Presidente ha visitado como ocho veces la entidad, habla de obras y más obras, incluso se festinó que Tamaulipas sería ampliamente beneficiada. Sin embargo, Adriana Lozano Rodríguez, la titular de finanzas estatales, ha dejado en claro más de una vez que Tamaulipas ha sido objeto de una reducción de sus participaciones en los primeros meses del año… en total se han dejado de recibir mil 400 millones de pesos. Apunta Adriana que es porque ha se reducido la captación de impuestos.
AJUSTE PRESUPUESTAL
El apunte de Adriana puede ser cierto, pero el Gobierno federal nos ha acostumbrado a festinar el incremento en sus recaudaciones fiscales; de cómo, unos y otros, acostumbrados a no pagar, ya lo están haciendo, pero, además, AMLO y algunos de sus principales colaboradores también nos acostumbraron a sus afirmaciones de extraordinarios ahorros. Es más, hasta el IMSS presume la austeridad republicana con todo y que en las farmacias no hay medicinas.
Hay, sin embargo, otra cuestión que no se puede soslayar: el Gobierno federal, es decir AMLO, tiene obras prioritarias que a toda costa requieren ser terminadas para ser inauguradas y presumirlas. Y esas obras, ampliamente conocidas por todos, son como un imán para atraer el dinero, por eso el actual Gobierno federal ha eliminado fideicomisos, ha reducido gastos en otras direcciones, con tal de llevarlas a las ya conocidas como obras emblemáticas de la 4T. Así que por qué no pensar, en última instancia, que todos esos descuentos a los gobiernos estatales, incluso morenistas, son para fortalecer dichas obras, para concluirlas en tiempo y forma.
SIN RECURSOS NO HAY OBRAS
Eduardo Gattás cuando llegó al Gobierno municipal al ver que el dinero no alcanzaba tuvo que hacer ajustes, al grado que lastimó a la mafia sindical y de paso a buen número de sindicalistas. Les quitó beneficios, prebendas, con tal de ahorrar. Américo llegó y se encontró, lo dijeron una y otra vez, con una hacienda pública saqueada; luego entonces, Adriana tiene que hacer malabarismos para que el Gobernador pueda cumplir, si no a plenitud, sí en lo mínimo sus compromisos esenciales con el pueblo: el pueblo ama a su gobernante cuando cumple y da beneficios, como lo hace AMLO con sus programas sociales.