Por Rogelio Rodríguez Mendoza.-
La libertad otorgada al exgobernador, Eugenio Hernández Flores,
impactará necesariamente el escenario político estatal.
Desde el viernes por la mañana, cuando se comenzó a filtrar la noticia
sobre SU inminente liberación, fue notoria la alegría de la sociedad
tamaulipeca.
Las redes sociales se volcaron por completo para festejar
anticipadamente la libertad de quien fue, con mucho, uno de los mejores (o
el mejor) gobernadores que ha tenido Tamaulipas.
Ya el sábado, cuando Hernández Flores había abandonado la prisión
de Tenango, en el Estado de México, el festejo fue generalizado.
Prácticamente todos los actores políticos, priistas y no priistas,
celebraron el hecho, en una demostración del impresionante capital político
que posee. En cualquier rincón de Tamaulipas donde se pare, tiene
simpatizantes.
Por eso nuestro convencimiento de que su regreso cambia el
escenario político estatal.
Obviamente que el principal beneficiario es el PRI, el partido al que ha
pertenecido siempre. Por eso, el dirigente estatal tricolor, Carlos Solís
Gómez, fue el primero en salir a celebrar.
“Los priistas de Tamaulipas celebramos que, después de estar
privado de su libertad injustamente por delitos fabricados, se haya
acreditado la inocencia del ingeniero Eugenio Hernández Flores”, señaló
Solís Gómez, a través de una publicación en sus redes sociales.
“Los tamaulipecos que conocemos la gran calidad humana de “Geño”
nos sentimos jubilosos de que esté libre, y los priistas estaremos siempre
orgullosos de su legado político y de las grandes obras que impulsó en
nuestro Estado”, escribió también.
Sin embargo, la mayor evidencia de que la libertad del exgobernador
impactará en el ámbito político local, es la declaración que dio él mismo al
salir de la cárcel donde estuvo preso.
“Me siento agradecido, más maduro y listo para lo que viene”; “Me
siento muy bien, listo para una vida renovada, listo para seguirle”; “Si tengo
proyectos, siempre he tenido proyectos, traigo varios proyectos, de lo que
siempre ha gustado hacer, y sí, los voy a sacar adelante, tranquilo, sin
prisa”, fueron algunas de las frases rescatadas de su pronunciamiento.
Solamente “Geño” conoce su plan de vida, pero cualquier proyecto
político que emprenda tiene garantizado el éxito, precisamente porque,
insistimos, su capital es enorme. Nadie duda que ganaría cualquier elección
en la que participe.
No obstante, habrá que dejar que el exgobernador retome primero su
vida familiar y social. Seguramente lo que más añora es disfrutar de esa
libertad de la que fue privado durante seis años por una venganza del
panista, Francisco García Cabeza de Vaca.
Como quiera que sea, el efecto Geño ya es visible en el ámbito
político tamaulipeco.
EL RESTO.
LA FLOJERA DEL ITAIT.- La reciente resolución de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación, que reactivó al Pleno del INAI, deberá poner a
trabajar horas extras a los organismos estatales, como el Instituto de
Transparencia y Acceso a la Información Pública y Protección de Datos
Personales de Tamaulipas.
Y es que el instituto garante de la transparencia en Tamaulipas
arrastra un monumental rezago de asuntos por resolver, en lo que mucho
ha influido la flojera de sus comisionados.
Esperemos que una vez reactivado el INAI se reactive también el Itait.
Ya no hay pretexto para tanta indolencia.
ASÍ ANDAN LAS COSAS
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