Mauricio Zapata
Una vez que se consumó la candidatura de Eugenio Hernández Flores al Senado por parte del Partido Verde, el panorama político cambió en el estado.
Los reflectores han girado hacia el exgobernador por causa natural.
Independientemente de que su “auto destape”, además de que era un “strike cantado”, también generó que la opinión pública desviara su atención hacia allá.
Hasta ahí, todo bien. Es normal. Cualquier “destape” genera expectación.
Pero desde que se comenzó a mencionar su posible incursión como candidato hace algunas semanas, hasta los morenistas, cuya marca sigue siendo fuerte, pasaron a un segundo plano.
Y es que, no solo llama la atención que un exgobernador quiera ser Senador, sino que, por las circunstancias, la de Hernández Flores generó mucha expectación por todo lo que le rodea.
Hay que señalar que no sería el primer exmandatario estatal en ocupar un escaño en la Cámara Alta.
El primero fue don Enrique Cárdenas González a principios de los años noventas.
El otro fue Manuel Cavazos Lerma de 2012 a 2018.
Ahora estaría Eugenio, que por alguna razón, las encuestas lo colocan en buena posición y con posibilidades de ganar, no solo de ir en comparsa para la llamada “4T”.
De hecho, alguien que aspira por Morena a ese mismo cargo de elección popular me comentó cuando Manuel Muñoz anunció la invitación a Geño, que eso “los puso a temblar”.
Saben que la fórmula guinda caería a la segunda posición.
Ahí el sacrificado sería José Ramón Gómez Leal, quien por cierto solo fue a calentar el escaño en su tiempo que ha sido senador. Estamos a un año de su elección. No ha hecho nada.
Sin embargo, Hernández Flores cambiaría mucho el panorama político de Tamaulipas. Cerraría el paso a varios que, por alguna razón están montados en la marca Morena.
Y caerían la posibilidad, por ejemplo, de Olga Sosa de ser aspirante al 2028, ya que la derrota le quitaría méritos para dentro de cuatro años.
En Victoria, le dejaría a Almaraz, a quien lo consideran su “Judas”, le propiciaría muchos negativos.
El asunto es que la jugada cambia mucho el escenario político.
EN CINCO PALABRAS.- La novela aún no empieza.
PUNTO FINAL.- “En política lo importante es saber con quién no por dónde”: Cirilo Stofenmacher.
X: @Mauri_Zapata