mayo 30, 2024
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Mauricio Zapata

El fallido experimento

enero 3, 2024 | 706 vistas

Mauricio Zapata

 

En el 2015 llegó al país la figura de candidatos independientes, en donde muchos creyeron que ese fenómeno iba a crecer y que podría ser el principio del fin de la partidocracia.

Otros más creyeron que este sería la solución a los grandes problemas del país, es decir, que gobernando la sociedad a través de un candidato “surgido del pueblo”, todo iba a ser diferente.

El ejemplo más calor lo vimos en Nuevo León con el hoy exgobernador Jaime Rodríguez, cuya campaña fue espectacular, tan es así que a los siguientes candidatos independientes se les quedó el mote de “Broncos”. Pero ese bronco regio al final terminó siendo uno más de los políticos y no hizo nada diferente, salvo su manera personal de ser.

En Jalisco lo vimos con algunos candidatos, principalmente con uno de origen japonés que terminó siendo diputado local, y que igual que “El Bronco” no fue más allá de un candidato con buena imagen de mercado. Es decir, no hizo diferencia. Hoy ya está en un partido político.

En Tamaulipas fue todavía más decepcionante. Vimos un tal Chavira, un vividor de la política y que terminó vendiendo sus votos al mejor postor, que ni siquiera significaron una diferencia. Es más, con eso ni las moscas espantaron. Y después los traicionó.

Hubo alcaldes independientes en la entidad. Y no hicieron gran cosa.

Mucha gente pensó (y sigue pensando) que el problema del país son los partidos políticos y creen que las candidaturas independientes o ciudadanas son la solución a los problemas, porque “el pueblo gobernaría”.

Pero vemos que están equivocados. Que no han sido solución.

Por lo pronto, hoy nos damos cuenta que el movimiento independiente no es la solución al cambio que exigimos los mexicanos. Al menos no con los que están ahora en el poder o lo que intentaron hacerlo.

Tan es así, que, al día de hoy, los aspirantes independientes no logran juntar las firmas para que el Ietam les otorgue la candidatura a la gubernatura.

La mayoría no llegan ni al uno por ciento de las firmas requeridas. No pueden y además ya vimos que no son solución, solo un gasto inútil. Ya hemos visto como decenas de ellos, en las campañas constitucionales no logran que ni en su casa voten por ellos.

Esto sucederá, si alguno de ellos logra conseguir las firmas.

Es ya el final de una etapa que nunca sirvió.

EN CINCO PALABRAS.- Fue un pésimo experimento político.

PUNTO FINAL.- “Para algunos, lo peor que les puede pasar es que ganen una elección”: Cirilo Stofenmacher.

X: @Mauri_Zapata

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