Mauricio Zapata
En México siempre va a ser más importante solo competir que ganar.
Lo estamos viendo en el desarrollo de los Juegos Olímpicos de París 2024.
Se ha ganado muy poco.
No hay oros.
Los bronces son muy dramáticos.
Y se critica a los que critican los pocos resultados deportivos bajo el argumento de “ya quisieras estar entre los 15 del mundo y participar en unos Juegos Olímpicos”.
Y desde ahí empezamos a victimizar a los atletas.
Muchos, por la falta de apoyo. Ya los vemos boteando en las calles para sacar dinero y con eso poder ir a competir a algún lado.
Ya los vemos mendingando un peso para viáticos. Y como les dan poco se quedan en hoteles baratos e incómodos, comen un sándwich en el Oxxo y se trasladan en autobuses de segunda.
Es decir, la concentración es baja. Tienen que pensar en qué comer y no cómo entrenar.
Pasa desde abajo, es decir, desde sus procesos selectivos en las entidades del país.
El presupuesto para el deporte es pobre y, además, se los regatean.
Entonces no hay una estrategia o procesos para aspirar a ganar.
Y luego, dicen: pobrecitos, pero qué padre que hayan estado entre los primeros diez.
Y con eso se conforman nuestros deportistas.
Somos un país mediocre en el rubro deportivo. Y lo hacemos más mediocre porque celebramos la derrota. Y hasta hacemos fiesta.
Los gobiernos prefieren los votos para seguir en el poder y como el deporte no les deja muchos dividendos políticos, lo dejan a un cuarto o quinto plano (por decir lo mucho).
Desde la antigüedad somos una especie mediocre y víctima.
Los villanos son los que nos ganan y en vez de asimilar la derrota y buscar el triunfo, nos hacen un monumento para festejar.
Eso es México.
Ese es el gen de los mexicanos.
Por eso no ganamos en las justas deportivas y, por el contrario, nos consuelan y apapachan por perder.
EN CINCO PALABRAS.- No hay mucho que hacer.
PUNTO FINAL.- “No es lo mismo ganar que tener éxito”: Cirilo Stofenmacher.
X: @Mauri_Zapata
