Luego de propagarse la noticia de haber encontrado un bovino infestado por gusano barrenador del ganado en Costa Rica, y el aumento de casos positivos en Panamá y Nicaragua, en México, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural ha fortalecido las medidas de resguardo y vigilancia epidemiológica.
El principal objetivo es proteger a la ganadería nacional de esta plaga, la cual había estado ausente en nuestro país por más de 30 años.
Estamos hablando que la industria ganadera de México, la cual contempla la producción de carne y leche, cuenta con un inventario de 36 millones de cabezas de ganado y donde más de 800 mil productores, tanto pequeños, medianos y grandes, dependemos económicamente.
Es así que, a través del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), la Secretaría de Agricultura ordenó reforzar la primera barrera de defensa sanitaria con la que contamos, y esta consiste en la inspección zoosanitaria en los 24 puertos marítimos, los 45 aeropuertos internacionales y en las 28 fronteras de ingreso al territorio nacional.
Esto quiere decir que todo aquel ganado que pretenda ingresar habrá de ser inspeccionado, primero con perros adiestrados en detectar cualquier indicio de este gusano, será bañado por inmersión en los corrales cuarentenarios destinados para ello y se le aplicará un desparasitante inyectado.
Luego de lo anterior, y como lo hacemos en las casetas de inspección, el vehículo, jaula o remolque serán flejados hasta su destino, también recibirán una constancia del tratamiento, la cual será necesaria para continuar su camino.
El gusano barrenador del ganado, conocido coloquialmente como gusaneras, son en realidad las larvas de la mosca, que fueron depositadas en forma de huevecillos en las heridas abiertas de mamíferos de sangre caliente, esto incluye a los humanos, equinos, mascotas como perros y gatos, y por supuesto a los bovinos.
Lo peculiar de estas larvas o gusanos es que se alimentan de la masa muscular, es decir “carne viva”, y generan una infección, que si no se trata oportunamente puede llegar a ocasionar la muerte.
Las heridas donde comúnmente se puede encontrar son muy variadas, por lo que no podemos perder de vista una vaca parida, el ombligo de un becerro al nacer, el descorne, el marcado, incluso cirugías como castraciones, hasta picaduras de garrapatas y mordeduras de murciélagos.
Por ello la recomendación a los productores ganaderos de revisar periódicamente su ganado, quienes estamos familiarizados con nuestras vacas, en el puro semblante identificamos cualquier detalle, pero también es importante atender cualquier lesión o herida, abastecer nuestro botiquín veterinario con básicos como el spray morado con insecticida, desparasitante a base de ivermectina, contar con algún antibiótico, analgésico y por supuesto, jeringas, guantes y gasas.
Es importante saber que el Comité de Sanidad Animal, cuenta con tubos para muestrear alguna gusanera encontrada y debemos tener en cuenta que, en cualquier caso sospechoso, debemos dar aviso a las autoridades.
Recordemos que en 1972, México y Estados Unidos firmaron un convenio bilateral para iniciar los trabajos de erradicación de este parásito. Así crearon la Comisión México-Americana para la Erradicación del Gusano Barrenador del Ganado, conocida en aquellos años como Comexa, la cual tenía el propósito de crear una zona libre de la mosca a más de tres mil kilómetros de distancia de la frontera de ambos países.
Como resultado de esta alianza, en 1976 el Gobierno de México puso en operación una planta de cría y esterilización de machos de gusano barrenador en Chiapas, la cual fue determinante para lograr la erradicación de la plaga en 1991.
Años atrás, en Tamaulipas, el 27 de noviembre de 1986 se firmó la declaratoria donde el estado se encontraba libre del Gusano Barrenador del Ganado, esto luego de desarrollar una intensa campaña de diagnóstico, control, erradicación y vigilancia. En consecuencia, se levantaron todas las medidas restrictivas de transporte, tránsito y comercialización del ganado.
Hoy que la ciencia, la medicina veterinaria y las prácticas de manejo del ganado han evolucionado favorablemente en beneficio de nuestra actividad, no tengamos duda de que gobierno y productores habremos de salir avante, ante la posible amenaza que hoy nos acecha ya en la puerta del rancho.
Así es que, compañeros ganaderos, no relajemos las medidas, estemos alerta, abusados que ahí viene la plaga.
Hasta la próxima.