Rogelio Rodríguez Mendoza
GRATIS, NO.- Algo tendrán que hacer el Gobierno y el Congreso del Estado para cubrir las vacantes en el Consejo Consultivo de la Comisión Estatal de Derechos Humanos y en el Sistema Estatal Anticorrupción.
Resulta que por tratarse de cargos honoríficos no hay ciudadanos interesados en ocupar esos asientos, lo que tiene en un verdadero aprieto al Poder Legislativo, por ser a quien le corresponde hacer las designaciones.
Tanto es el desprecio ciudadano por esos cargos que la convocatoria respectiva ha tenido que ampliarse hasta en dos ocasiones, con la intención de reunir al número mínimo de aspirantes a integrar el Consejo Consultivo de la Codhet y la Comisión de Selección del Comité Ciudadano de Participación Ciudadana del Sistema Estatal Anticorrupción.
Sin embargo, ni con esas dos ampliaciones se han reunido los seis consejeros y nueve comisionados anticorrupción que se necesitan.
Es claro que los ciudadanos no están dispuestos a ir a perder el tiempo, y menos gratis.
Ante ello, pareciera que la única alternativa es que se impulse una reforma legislativa que garantice una remuneración económica a quienes ejerzan como consejeros y comisionados.
Sin embargo, eso llevaría tiempo y lo que hay es urgencia. Vaya encrucijada para el Poder Legislativo.
EL MAR, LA SOLUCIÓN.- El gobernador Américo Villarreal Anaya adelantó la posibilidad de utilizar el agua del mar para enfrentar la crisis hídrica que agobia a Tamaulipas, particularmente a la zona sur del estado.
Es la primera vez que un mandatario aborda el tema, lo que refleja la gravedad del problema que enfrentan, particularmente municipios como Tampico, Madero y Altamira.
En otros países con menos recursos naturales que los nuestros, la desalinización del agua del mar es un método que lleva años usándose para abastecer a las ciudades.
Se trata sí, de un proceso carísimo, pero siendo el agua un elemento vital para el ser humano, el agua más cara es la que no se tiene.
Con el añadido de que la instalación de plantas desalinizadoras garantizaría la solución por muchísimos años a la crisis hídrica.
Esperemos que los gobiernos se den prisa en darle forma a un proyecto aterrizable a mediano plazo para hacer potable el agua del mar, porque los pronósticos climáticos revelan que la crisis hídrica se irá haciendo mucho más grave de lo que ya es.
A todo eso hay que añadir que Tamaulipas es una de las entidades privilegiadas de México, por los más de 400 kilómetros de costa que tiene, algo de lo que carecen la mayor parte de los estados.
TIEMPO NUEVO, ¿O FUEGO NUEVO?.- Los cientos de burócratas que trabajan en el edificio gubernamental “Tiempo Nuevo” viven un verdadero infierno.
Resulta que el inmueble está en proceso de remodelación, lo cual ha inhabilitado el sistema de aire acondicionado, con todo lo que ello implica en estos días en que el termómetro ha estado oscilando entre los 40 y 50 grados centígrados.
Tanto es el sufrimiento de los trabajadores que, a modo de broma, han optado por bautizar al inmueble como “Fuego Nuevo”.
Conscientes de que toda remodelación implica molestias y sufrimiento, los burócratas lo único que piden es que se le dé prioridad a la habilitación de los aparatos de aire acondicionado.
Habrá que ver si les hacen caso.
Lo que sí hay que destacar es que los dos anteriores gobiernos se desatendieron por completo del mantenimiento a los inmuebles gubernamentales, sobre todo a la Torre Bicentenario y a “Tiempo Nuevo”.
Por eso hay que reconocerle el mérito a la actual administración por darle una “manita de gato” a los edificios.
ASI ANDAN LAS COSAS.