Claudia Vázquez
“Verdad, Belleza, Probidad”, son conceptos que se relacionan con los valores y la conducta ética, de ahí que la Universidad Autónoma de Tamaulipas lo haya adoptado como lema desde 1969, y representa los valores fundamentales de la institución.
Para nadie es un secreto que, en los años idos, la UAT vivió momentos difíciles al interior de la institución por el relajamiento precisamente de estos valores.
Sin embargo, se tendrá que reconocer que en este momento la máxima casa de estudios de Tamaulipas se encuentra en plena transformación, vaya se podría decir que está recuperando lo perdido y va más allá.
Y es Dámaso Anaya Alvarado, el rector en turno que no le ha temblado la mano para meter orden a la universidad, y la verdad sea dicha, el compromiso de hacer de ella una de las mejores del país, ahí está con la serie de transformaciones que está llevando a cabo.
Por lo pronto, se han modificado algunas currículas, y se han agregado otras, sin dejar de lado el mejoramiento de aulas, laboratorios, e incluso las áreas de descanso de los estudiantes.
Aunque parezca increíble, los mismos jóvenes universitarios han comentado que por fin terminaron los festejos o concentraciones de estudiantes, en donde predominaba el alcohol, al grado de que muchos de ellos, terminaban causando desmanes en las instalaciones.
Refieren que hoy gozan de aulas e instalaciones en general totalmente cómodas, incluso, aseguran que los baños están tan limpios como nunca lo estuvieron. Claro, que hablan de esto las nuevas generaciones.
El rector Dámaso Anaya Alvarado tiene muchos planes para la UAT y sus estudiantes, como es el proyecto del hospital universitario en el sur del Estado, y el crecimiento con más carreras profesionales afines a los tiempos modernos.
En fin, queda claro que querer, es poder, que la voluntad por transformar puede hacer de cualquier lugar, espacio o pueblo una diferencia, y en casos como estos, aunque suene a elogio, queda en la historia de la institución, así como han quedado los que han fallado.
Enhorabuena por los universitarios, porque, nuestra Alma Mater ya merecía ser dignificada
