noviembre 23, 2024
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Rogelio Rodríguez Mendoza

El PAN: cadillo en el zapato

abril 27, 2023 | 499 vistas

Rogelio Rodríguez Mendoza.-

RIGO RAMOS, A SEGUIR ESPERANDO.- El exdiputado local Rigoberto Ramos Ordóñez sigue convencido de que puede ser el próximo alcalde de Reynosa.

Sus cálculos le dicen que cuenta con más simpatías de las que puedan tener otros aspirantes, como el mismo alcalde en funciones, Carlos Peña Ortiz, o panistas como Luis René Cantú Galván.

El problema para Rigo es que ni con todo su poder económico ha logrado el respaldo de algún partido político que lo abandere.

Y la verdad, no creemos que lo vaya a lograr. Sobre todo porque ya estuvo en Morena y PAN, y en ambos se cerró las puertas cuando desertó.

Parece que la única posibilidad de pelear por la alcaldía fronteriza es la ruta de la vía independiente, lo cual prácticamente reduce a nada sus posibilidades de un triunfo electoral.

Bajo ese escenario, todo parece indicar que el empresario reynosense tendrá que esperar mejores tiempos para intentar hacer realidad su fantasía política.

Ramos debería entender que en política se necesita mucho más que dinero para ascender en la escalera del poder.

OPOSICIÓN INCÓMODA.- El PAN tamaulipeco, que lidera Luis René “El Cachorro” Cantú Galván, se está convirtiendo en una oposición bastante incómoda para el partido en el poder.

A diferencia de lo que sucedió con el PRI, que se replegó por completo al grado de casi desaparecer de la escena política cuando en el 2016 perdió prácticamente todo por la embestida panista encabezada por Francisco García Cabeza de Vaca, el PAN ha intensificado su activismo político para ser casi un cadillo en el zapato para el gobierno en turno.

El hecho es bueno, porque precisamente una de las funciones de la oposición es ser un contrapeso del partido gobernante.

De paso hay que decir que los panistas están rompiendo con ese prototipo del partido opositor que debe criticar todo, sin importar que sea bueno o malo para la sociedad, porque hay ocasiones en que también han respaldado abiertamente decisiones salidas desde Palacio de Gobierno.

Y es que desde siempre los dirigentes de partidos opositores han dado por cierto que con solo pegarle al gobernante en turno se van a ganar la simpatía ciudadana, cuando en los hechos no ha sido así.

Evidentemente el propósito de fondo de la nueva estrategia blanquiazul es recuperar el apoyo ciudadano que ha venido perdiendo desde el 2018 y que terminó desplazándolo como partido gobernante.

Todo ello, por supuesto, con miras a la elección del 2024, donde el PAN buscará comenzar su recuperación.

Cuestión de recordar que en la elección del año próximo en Tamaulipas estará en juego todo, excepto la gubernatura. Elegiremos presidente de la República, senadores, diputados federales, diputados locales y 43 nuevos ayuntamientos.

TENÍA RAZÓN.- A propósito, el exgobernador Cabeza de Vaca ya tiene en la desaparición del Insabi otra razón para festejar un triunfo político.

Cuestión de recordar que en su momento el panista fue el único de los 32 gobernadores que se negó a adherirse al convenio con el Gobierno federal para implementar en Tamaulipas el nuevo modelo de salud pública, por considerar que no tenía posibilidades de éxito.

Eso potenció la confrontación con el presidente López Obrador, lo que le originó toda una embestida desde las instancias federales.

Sin embargo, a tres años de distancia, queda claro que Cabeza de Vaca tenía razón: el Insabi fue un absoluto y monumental fracaso.

De hecho, durante la sesión plenaria del Congreso del Estado celebrada este miércoles, ese tema provocó un agarrón entre panistas y morenistas durante el apartado de asuntos generales, porque los primeros no quisieron desaprovechar la ocasión para sacarle rentabilidad política a ese fiasco del gobierno lopezobradorista.

ASÍ ANDAN LAS COSAS.

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