El partido azul en Tamaulipas sigue cayendo a pedazos, desmoronándose. Pueden más las venganzas y revanchismos internos que la unidad para hacer frente al proceso electoral que viene.
Ahora le dieron “tronco” a tres diputadas disidentes que forman el Grupo Independiente del Congreso del Estado, y metieron guillotina por tres años a la presidenta del CDM en Tampico, Nora Gómez, también legisladora.
Jefes cabecistas ¿quiénes más? trataron de “comprar” sus votos para regresar “por la puerta grande”. Al negarse las castigaron.
Ya se veía venir. Cumplieron la amenaza para tratar de destruir, de paso, el control de Jesús Nader sobre el panismo en la zona sur de la entidad.
La expulsión provisional implica que Nora deje la presidencia en el puerto. Crearán una delegación dependiente de Luis “Cachorro” Cantú, jefe del CDE.
Con ello tendrían la posibilidad -los cabezones- de imponer candidato (ta) a la alcaldía del puerto.
Fue la independiente Linda Mireya González Zúñiga, presidenta de la Mesa Directiva de la 65 legislatura, la que puso el cascabel al gato al denunciar que “un liderazgo importante” fue a ofrecerles “las perlas de la virgen”, lana y posiciones políticas para que regresen al partido.
¿Quién es ese liderazgo al que se refirió? Lo dejó a criterio de los periodistas: “Creo que ustedes son personas bastante inteligentes y lo van a deducir”, dijo a los comunicadores.
Empecemos. Tiene que ser gente del ex Gobernador, los únicos con el billete suficiente ¿ilegal? para mercar conciencias y pervertir instituciones.
De ahí ¿fue El Cachorro Cantú, jefe estatal azul? Con seguridad no porque es un papanatas. Viene siendo un gerente que solo obedece órdenes porque no sabe pensar. Es el pantorrillero de los Cabeza.
Otro ¿Don Truco Verástegui? Pudiera ser. Sigue siendo fiel al autoexiliado aun cuando tiene su corazoncito y quiere la candidatura -varón- al Senado.
Como candidato a Gobernador nunca quiso desmarcarse del texano, sabiendo que la marca de los cuernos era y es un pesado lastre que al final lo llevó a la derrota.
El otro jefe la bancada celeste en el Congreso, Félix García, perdió toda credibilidad de las aludidas Mireya González, Sandra Luz García, Danya Aguilar y Nora Gómez ¿de dónde la lana? No hay otra fuente de financiamiento que “del otro lado”. No es capaz de sacar de su bolsa.
Uno más que pudo ser el enviado del cabecismo es Gerardo Peña Flores, diputado federal por obra y gracia de su eterno jefe, ex secretario General de Gobierno, fiel hasta la ignominia, tanto como estar dispuesto a dar la libertad por él.
Hay otros grupos al interior del PAN que ejercen presiones, pero no con la perversidad de los cabecistas, y no tienen el dinero suficiente para corromper.
La instrucción debió venir del lado gringo con chequera libre y ofrecimiento de candidaturas ¿a qué? en el aire. Según las principales encuestadoras, perderán mayoría de los ayuntamientos y el legislativo.
Ahora sí, con esta acción de revanchismo celeste, el grupo Morena está en posibilidad de conquistar los votos que le concedan las dos ansiadas terceras partes de votos del Congreso, para aterrizar el proyecto de la 4T con reformas a la Carta Estatal.
Adherirse a las independientes es el camino que puede seguir la “castigada” Nora Gómez. Como dicen por ahí… Cero y van cuatro.
Otra señal. Este mismo lunes fue aprobada por el pleno, con la venia de Morena, la Ley Estatal de Ganadería, un proyecto que impulsó con fuerza el tricolor Edgardo Melhem Salinas y que pudiera ser parte de acuerdos parlamentarios.
El derrumbe de la fracción panista comenzó desde el año pasado. La hoy presidenta de la Directiva votó a favor de tumbar la superfiscalía construida por Cabeza de Vaca antes de dejar el poder.
Sandra y Nora votaron para revertir la Ley de Aguas que daba autonomía permanente a la Comisión de Agua de Tampico, y que servía de “caja chica” para financiar al panismo.
La respuesta de las independientes fue: “No vamos a regresar a más de lo mismo”. Se fueron y formaron una bancada independiente, libre, que por ahora acoplan con Morena. Les fue bien.
Tema aparte, circula una fotografía del presidente AMLO con el Gobernador Américo Villarreal, tomada en Palacio Nacional, al lado de la silla Presidencial, que da lugar a comentarios en el mundo político ¿qué mensaje encierra?
Se entiende que fue tomada por personal de Palacio, gente de confianza que tiene acceso al despacho, y de allá autorizaron su difusión que está en redes.
Andrés Manuel descansa su mano izquierda sobre el hombro del mismo lado de Américo, sonrientes ambos, posando para el fotógrafo ¿qué significado? Confianza, apoyo como parte del equipo, respeto desde luego para el médico victorense.
Lo principal es que sinergia y eso es bueno para los tamaulipecos. Si le va bien a Américo le va bien a la comunidad estatal. Véala usted mismo y saque sus conclusiones.