SE ACABÓ.- La resolución emitida por la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial Federal, el miércoles, dejó sin posibilidad alguna al PAN de recuperar la presidencia del Congreso del Estado.
El criterio del máximo tribunal en materia de justicia electoral, al declarar improcedente el recurso presentado por el panista, Félix Fernando, “El Moyo”, García Aguiar, significó también una ratificación de la morenista, Úrsula Patricia Salazar Mojica, en la presidencia de la Junta de Gobierno.
Con ello, el PAN agotó sus “armas” jurídicas para retomar el mando del Poder Legislativo y ahora solamente le queda la ruta electoral.
En otras palabras, los panistas tendrán que dedicar todos sus esfuerzos a intentar ganar la mayoría de las 36 diputaciones que estarán en juego el dos de junio del 2024, si es que quieren asegurar la presidencia del Congreso a partir del uno de octubre del año próximo.
Es decir, la fórmula para retomar el mando del Poder Legislativo es simple: obtener una mayoría absoluta en la integración de lo que será la 66 legislatura.
¿Podrán? Como diría el clásico: ¡Ahí está el detalle! La respuesta es incierta porque son muchos factores los que influirán en el resultado de la elección que viene.
ESTIRAN LA LIGA.- Por cierto, ahora que ya tiene asegurado el mando absoluto del Congreso del Estado, la bancada de Morena debería bajarle una rayita al ejercicio del poder con respecto al resto de los grupos parlamentarios.
Sobre todo, porque lleva ya meses cerrándole el paso a toda iniciativa que provenga de la oposición. No importa si es un punto de acuerdo o una iniciativa de decreto, todo lo rechaza.
Es entendible que haya iniciativas del PAN o PRI que afectan intereses del gobierno en turno, el estatal o federal, y que por lo tanto Morena les cierre el paso, pero hay muchas más que realmente buscan un beneficio social y que igual son rechazadas.
Esperemos que alguien les haga entender a los diputados de Morena que, los extremos siempre son malos.
Además, como todo en la vida a veces hay que ceder para ganar. O, dicho de otra forma, no se puede pretender ganar todas.
DIVORCIO TEMPRANERO.- La “herida” en la sección 30 del SNTE sigue abierta y “sangra” mucho. Tras la derrota en el paro magisterial, los profes, y sobre todo su dirigencia (todo el comité seccional, no solo Arnulfo Rodríguez Treviño) están muy dolidos y ofendidos.
Es normal el resentimiento, sobre todo porque no solamente fue el descalabro ya que a ello le siguió una campaña de descalificaciones y humillaciones desde las redes sociales.
A los vencedores parece habérseles olvidado aquello de la humildad en la victoria, pero sobre todo desatienden aquella conseja que recomienda, que después de la batalla hay que curar heridas lo más pronto posible.
Deben evaluar muy bien los riesgos que implica un divorcio tempranero con el poderoso sindicato magisterial. Todavía hay cinco años por delante, y en algún momento van a necesitar de los profes.
Por lo pronto, viene la elección del 2024 y esa podría ser la oportunidad que espera el SNTE para el desquite. Es cierto, ya no hay voto corporativo, pero el resentimiento podría hacer que el sufragio se entregara en una sola dirección, no precisamente la que espera el partido en el poder.
ASI ANDAN LAS COSAS.