Ese es el lema que empezó a escucharse fuerte en la década de los años 90: «EL DIARIO, el periódico de los bien informados».
En los 90 se hizo tendencia, y la oí decir a un buen de niños y señores voceadores en cruceros del centro de Victoria, que la decían cada quien a su estilo al estar vendiendo su paquete de periódicos. Era también frase pronunciada en noticieros de Organización Radiofónica Tamaulipeca, ORT, y en «Alegría matinal» del inolvidable Carlos Adrián Avilés.
La frase…»de los bien informados» se volvió a escuchar en el evento de los 70 años -¡nomás 70!- de la fundación de este periódico del corazón de Tamaulipas, Ciudad Victoria.
Ciudad Victoria, como todos sabemos ha sido y es el centro de la toma de decisiones y sede de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, la ciudad donde han vivido con su familia los Gobernadores (salvo uno reciente, pero fue mejor). EL DIARIO ha tenido, gozado, de la particularidad de ser el diario de las familias de raigambre victorense.
Esta semana celebró su 70 aniversario, con un emotivo evento, en la Pinacoteca de Tamaulipas, encabezado por el Lic. José Ángel Cárdenas del Avellano, presidente del Consejo de Administración y Director General de este medio de comunicación.
El Lic. Cárdenas al micrófono en el evento al cual concurrieron funcionarios, líderes sociales y periodistas, dijo que «cada edición de EL DIARIO es una obra viva, una pieza que encaja en el rompecabezas de la historia de Ciudad Victoria y su gente».
Tras el discurso del Lic. Cárdenas se proyectó un audiovisual donde la voz del Lic. Mauricio Zapata, Director Editorial del periódico, fue explicando la evolución de este medio informativo en el año de 1955 hasta su presencia digital hoy en todas las redes sociales.
Y es que como bien recuerdo que decía un anuncio publicitario de finales de los años 80: «El tiempo nunca se detiene, es un proceso que exige evolución».
Funcionarios, líderes sociales, legisladores y periodistas se apersonaron en el evento. Al momento del discurso del Lic. José Cárdenas en primera fila estaban el Lic. Francisco Cuéllar Cardona, director de Comunicación Social del gobierno americanista junto al rector Dámaso Leonardo Anaya Alvarado, al Lic. Manuel Mario Aguilar, vocero de la UAT, y la diputada Mayra Benavides de Cárdenas.
Escucharon atentos las palabras del Lic. Cárdenas, el Ing. Enrique Cárdenas del Avellano, presidente de la ORT; abogado Alejandro Etienne Llano, el Lic. Juan José Guadalupe Ramos Charre, presidente del IETAM, y abogado Enrique Garza Tamez, nacido en el mero Linares, Nuevo, y ahora jefe de asesores del Gobernador.
Ahí tuve buena charla con el Dr Vicente Joel Hernández navarro y con Rodolfo Velasco, y la maestra Libertad García Cabriales. En el evento, Oscar Pineda, José Inés Figueroa, Rogelio Rodríguez Mendoza (de quien recomendamos su columna de esta semana 70 y 40), Eleazar Ávila, el paisano jaibo Christopher Mora, la Lic. Marilú Guerrero, vocero de la SET, el muy dinámico fotógrafo Luis Vicente Ballinas, entre otros.
Hubo chance de conversar con el Lic. Melitón Guevara Castillo, gran amigo desde la década de los 80’s en que llegué a trabajar a EL DIARIO.
En 1984 yo tenía un año de reportero en El Mañana de Nuevo Laredo, pero mi natal Ciudad Madero me quedaba harto lejos. Entonces en los primeros días de septiembre de ese año, me llama al periódico un político-empresario y me dice: «Oye necesito que vengas a mi negocio».
Ese mismo día llegue a su tienda de la Calle Guerrero. Me dijo: «Me pidió Roberto Ibarra (mi ex jefe de información en Nuevo Laredo, y quien ya vivía en Victoria), que le llames a este teléfono, que hay una oportunidad de trabajo para ti en Ciudad Victoria».
Así que el primer día de descanso que tuve en El Mañana me subí al autobús. Y llegué a Victoria. Busqué a Don Roberto en las oficinas de prensa del Congreso de los diputados. VI que le daban trato de patrón. Él era Jefe de Información de EL DIARIO. De ahí en su carro lujoso, inmenso, llegamos al 20 Allende.
Me recibió en su oficina el entonces Director Abogado Juan Guerrero Villarreal. Luego de breve charla me dijo: «Esta usted contratado a prueba por semanas, ¿acepta?»
Respondí que sí. Antes de salir de su despacho mandó llamar al Jefe de Talleres del periódico, Matías Lugo, me lo presento y pidió me llevara en carro de la empresa a la Central Camionera para dirigirme de retorno a Nuevo Laredo.
Y el 15 de octubre de ese 1984 empecé a trabajar en el periódico de los bien informados, EL DIARIO de Ciudad Victoria. Nos vemos.
