El 12 de noviembre de 1980, por decreto presidencial se conmemoró por vez primera en México, El Día Nacional del Libro, fecha que se eligió para honrar el natalicio de Sor Juana Inés de la Cruz, máxima exponente de la literatura mexicana.
No cabe duda que los avances tecnológicos en el mundo, facilitan la vida en todos los sentidos, el Internet, es uno de los recursos que ha permitido la universalización de los conocimientos y relacionar todos los puntos del planeta por medios electrónicos, al grado que, se entera, al momento, de las noticias acaecidas hasta el último rincón. Las investigaciones encomendadas en las escuelas, que hace algunos años representaban visitas a bibliotecas escolares o públicas, copiar a mano la información y después reproducirla, “en limpio”, era toda una odisea, que se simplificó con la invención de las fotocopiadoras. Hasta ese tiempo, los alumnos investigaban, leían, escribían y se formaban un mapa mental real del tema que los ocupaba. Se llevaban varias horas, tal vez, varios días, dedicándole tiempo a un trabajo de ese tipo. Esta actividad les permitía, familiarizarse con el tema, desarrollaban la capacidad de análisis y finalmente, concluían su investigación con concepto mental claro.
Con el tiempo este proceso fue cambiando hasta llegar a nuestros días, que, en cada celular de costo moderado traen a cuestas por medio del Internet, todas las bibliotecas del planeta y cuando requiere un dato sólo lo solicita en el buscador (Google, Crom u otros) de tal manera que al instante aclaran la duda sobre algún tema.
Esta ventaja tiene dos caras; por una parte, es cómodo para maestros alumnos y padres de familia este recurso, se ahorran vueltas a la biblioteca, tiempo, y los inconvenientes que eso conlleva. ¡Ah! Y con el último descubrimiento de la IA (inteligencia artificial) ahora no es necesario tanto esfuerzo, porque se alimenta con datos, y los ensayos, informaciones documentales, tesis, proyectos, etc., salen de la manera más sencilla.
El permitir calculadoras electrónicas, en las escuelas para “simplificar el trabajo” genera en los alumnos pereza mental. Las tablas de multiplicar, se vuelven obsoletas, pero… cuando se va la luz, “se caen” las redes o están en algún lugar donde “no hay señal” se encuentran materialmente indefensos. Estas personas desarmadas y vulnerables porque no saben cómo hacer “a mano” las operaciones aritméticas elementales, ni tienen la preparación para localizar en un planisferio su ubicación, es algo dramático.
La dependencia de la tecnología, fabrica títeres consumistas de la informática incapaces de resolver problemas, poniendo a trabajar sus cerebros.
Se debe aprender a manejarla al servicio de la humanidad y no al contrario, ser esclavos de ella.
Es necesario volver los ojos a los libros y experimentar el placer de sostenerlos en las manos, aspirar su perfume, un libro nuevo tiene un olor distinto al de un libro antiguo, todos encierran un valor especial. Leer en aparatos electrónicos, nunca será igual que recorrer letras y palabras en un libro abierto.
Es necesario renovar en las instituciones educativas de todos los niveles el placer de escribir con pluma o lápiz sobre papel, cuidando ortografía y redacción sin tener el corrector automático a la mano, para que, al escribir, se pongan en juego las capacidades del individuo, y no dependa de instrumentos impersonales.
Para escribir un poema o una historia corta o larga, nada mejor que arrastrar el lápiz sobre el papel y verter sentimientos en cada palabra, poniendo en juego conocimientos y experiencias, cuidando estilo, redacción, formas, etc.
Los poemas inmortales, han nacido de la pluma de un corazón y una conciencia que vierten en un pliego en blanco, sentimientos convertidos en palabra escrita. Un libro impreso, jamás podrá ser sustituido por uno digital.
Un Amigo:
Hoy conocí a un amigo
un amigo muy peculiar
que puede brindar sin reservas
la luz de su verdad.
Su bondad es infinita
y en silencio, puede hablar
te puede llevar, sin sentirlo
desde el risco, hasta el mar.
¡Anda! ¡acércate! ¡no temas!
es un amigo de verdad
¡atiéndelo! ¡conócelo!
¡mira! ¡tiene sorpresas sin igual.
Es un amigo como pocos
porque si lo sabes tratar
te dará todo lo que tiene
¡nada te va a escatimar!
A su lado podrás ir viajando
vivir aventuras sin par
¡no es magia! ¡no hay misterio!
con él, tú lo puedes lograr.
Debes manejarlo con cariño
y para con él, siempre caminar
¡no lo lastimes! ¡está en tus manos
y siempre algo, te puede dar.
¿Y quieres saber quién es
ese amigo singular
que sin ser estrella alumbra
y borra del intelecto la oscuridad?
¡Es un libro que nos muestra
de mil cosas un caudal!
un universo maravilloso
¡lee! tú lo vas a disfrutar.
