marzo 11, 2025
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Eleazar Ávila

El Presidente de México, Claudia Sheinbaum, con E

marzo 10, 2025 | 28 vistas

Después de lo que vimos este domingo, sobran morenistas que aseguran, que es el momento en que el Presidente de México, Claudia Sheinbaum, se escriba y opere desde Palacio Nacional con una “E” poderosa: Ejército o Ejercicio de sus funciones plenas como Jefe de Estado con “E”.

Y no es que ignoremos que, en el protocolo, hoy en el ajuste de la Constitución, se pueda decir Presidenta de México, solo que este día queremos matizar que no puede permitirse el “Tres Veces te Traicioné” de Adán Augusto López y de Ricardo Monreal.

Nunca más la de Paquita la del Barrio, que citaba eso de “la primera por coraje, la segunda por capricho, la tercera por placer”, la épica canción de Candelario Macedo, en comentario aparte, el orgullo de Tepic.

Lo interesante de esta colaboración es que me lo dicen no en el PAN o en el PRI, sino en el 50 por ciento del morenismo, que entiende que el Santón es Andrés Manuel López Obrador, pero que, en el afán de ser más papistas que el Papa, el tabasqueño y el zacatecano han sobrepasado los límites del respeto a Claudia.

Hemos tenido a muchos, pero entre los hampones de moda, Adán y Ricardo, no creo que ignoren lo que dice el Artículo 80, donde se cita claramente que “se deposita el ejercicio del Supremo Poder Ejecutivo de la Unión en un solo individuo, que se denominará Presidente de los Estados Unidos Mexicanos”.

Solamente él o ella, como Presidente con E, puede usar toda la fuerza del Estado para nombrar y remover libremente a los secretarios de Estado, embajadores, cónsules y otros funcionarios de alto nivel.

Primero la CNDH: contra la voluntad presidencial, Morena impuso a Rosario Piedra cinco años, a pesar de omisiones, críticas, pecados y señalamientos de pensamiento, palabra, omisión y operación.

Pero como el dueño de la política sigue siendo Andrés Manuel López Obrador, pensamos: bueno, es un mal menor. Pero cuando ya hablamos de caprichos como los ajustes al Poder Judicial, que pudieron zanjarse de manera simple, ahí empezamos a dudar del poder constitucional.

Nos tocó en vivo estar en San Lázaro cuando Ricardo Monreal ajustó todo a los tiempos de los aliados de Macuspana, para que la No Reelección y el No Nepotismo ordenados por Claudia, y que, en lugar de comenzar en 2027, se fueran hasta 2030.

Luego fue exhibido, con el confeti en la trusa, y como buen infiel, negó lo que es del dominio público: que la comandancia de sus intereses está en Palenque y no con la lealtad tradicional constitucional con Claudia Sheinbaum.

Así llegamos al escándalo de este domingo, cuando otra vez, con el afán de tomarse la foto con quien es el candidato descarado al 2030, olvidaron que, mínimamente, hay formas que cumplir y por ello, poco importó darle la espalda a la Presidente de México para privilegiar la “instantánea” con Andrés Manuel López Beltrán, secretario de Organización de Morena e hijo del expresidente Andrés Manuel López Obrador.

Seamos libres. El real dirigente del Movimiento de Regeneración Nacional de México no es Luisa María Alcalde, por más tiempo de mujeres que se grite en la narrativa empobrecida de respaldo a quienes no han sido cabalmente atendidas desde 2018.

Por eso la disculpa de Adán Augusto López, coordinador de la bancada de Morena en el Senado; de Ricardo Monreal, coordinador de la bancada de Morena en la Cámara de Diputados, quien luego, como “evangelizador”, quitó el post en X por otro zalamero.

Lo mismo que Manuel Velasco, coordinador de la bancada del Partido Verde Ecologista de México en el Senado, mientras que Alejandro Esquer, senador identificado con el expresidente López Obrador, y Victoria Rodríguez Ceja, gobernadora del Banco de México, solamente se quedaron mirando como el chinito.

El punto es que muchos en Morena piensan que habrá consecuencias.

Recordemos, en paráfrasis a Maquiavelo, tomando esta síntesis de El Príncipe:

“Se debe desear ser amado y temido, pero como no se puede ambas, es más seguro ser temido que amado, ya que los hombres son ingratos, volubles, simuladores, cobardes ante el peligro y ávidos de lucro”.

“El amor es un vínculo de gratitud que todas las mujeres y todos los hombres, todas y todos perversos por naturaleza, rompen cada vez que pueden beneficiarse, mientras que el temor es miedo al castigo, que no se pierde nunca”.

Nostra Política.- Y no, no deben existir dos Presidentes de México, como ya vimos que comprendió el Tata Lázaro en su relación con Plutarco Elías Calles.

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