marzo 11, 2025
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Dhena Mansur Sánchez

El que gana es el que da

febrero 17, 2025 | 75 vistas

No sé si les pase, pero últimamente la gente es sumamente fría, tomas la iniciativa para tener una amistad y solo recibes indiferencia, rechazo, das todo de ti y prefieren cambiarte por quien nunca movió una piedra por ellos.

Así las cosas, hoy en día, es como si no tuvieran lo que me gusta llamar memoria emocional.

Dicen que debemos dar sin esperar nada a cambio, pero siempre he pensado distinto, siento que este mundo sería mejor si viviéramos en un constante “dando y dando” devolverle a la vida todos esos gestos que recibimos de personas que se convierten en ángeles y ser también un ángel en el camino de quienes se te atraviesan, tener gratitud, que es la memoria del corazón, ese boomerang tan anhelado y en peligro de extinción hoy en día.

Dadas las circunstancias de esa sequía afectiva que vivimos, llegué a la conclusión que por más que se quiera, no podemos lograr que las personas sean como deberían ser, hoy sin generalizar, la mayoría de las personas están enojadas, en otro mundo, no son receptivas, solo buscan recibir sin dar, es un cuento de nunca acabar y en ese inter los que si buscamos esa retroalimentación solo nos lastimamos, somos seres que tenemos amor en nuestro corazón y que queremos que aterrice en otro lugar, lugar que lamentablemente tiene las puertas cerradas, con rencor, indiferencia y hasta desconfianza, la clásica suposición “algo quiere”.

Primero no olvides que nadie es como tú, por ende, nadie piensa igual que tú, así que tenemos que proponernos el ya no esperar más, es muy duro dar y no recibir, pero es todavía más duro siempre esperar, es un tremendo daño a ti mismo el crearte falsas expectativas de personas que no te consideran como tú a ellas. Al momento de ya no esperar nada de los demás estarás tomando la responsabilidad de tus emociones y de cómo influyen sus actitudes en ti evitando que te afecten, a continuación, estos consejos.

Primer consejo, las personas que suelen esperar algo de alguien son muy perfeccionistas, es por eso que esperan que los comportamientos del otro sean iguales, así que es básico dejar a un lado el perfeccionismo.

Segundo consejo, no esperes que las personas te conozcan o sepan a ciencia cierta cómo eres y como esperas ser tratada, no están obligados a saberlo y solo lograras sentirte mal contigo mismo.

Tercer consejo, la gente piensa que si haces algo por ellos es porque lo que quieres es una recompensa no porque esos son tus valores, tú bien sabes que no buscas recompensa, simplemente así eres y así siempre piensas actuar.

Cuarto consejo, no le dejes la responsabilidad de tu felicidad a quienes te rodean, al esperar de los demás estas condicionando tu felicidad en base a sus acciones.

Si te sentiste identificado con cualquiera de estos puntos, guárdalos en un rincón de tu mente y tenlos listos para que cuando la situación lo amerite ahí los utilices. Esa frase que dice “no esperes nada de nadie” no tienes que seguirla siempre al pie de la letra, así como tú que siempre buscas dar, sé que por ahí hay muchas personas así, pero por si las dudas no te las topas no te frustres, mejor no olvides estas dos premisas:

1.- El que gana no es el que recibe, en realidad el que gana es el que da.

2.- Y cuando no seas correspondido en tu intento por dar, recuerda que tienes la capacidad de controlar tus emociones y es así como tomarás las riendas de tu actitud ante la vida, al hacerlo no solo lograras ser más feliz, sino que también mejorarás tus relaciones con los demás.

¿Entienden a qué me refiero? Aunque la gente, se saque de onda, aunque no respondan o incluso piensen que algo quieres, nunca pero nunca pierdas “El Lado Amable” título que creí idóneo para esta su columna de todos los martes.

 

 

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