¿Qué pensaba la dirigente nacional del Partido Verde KAREN CASTREJÓN TRUJILLO?… ¿que se la iba a pasar tirando piedras escondiendo la mano sin que pasara nada?
Esta es una vieja historia repetida, que a ratos parece ocioso repasarla en el groso modo, pero que en las particularidades precisa las contextualizaciones puntuales.
Ya sabe, el Partido Verde Ecologista nació, creció, se reprodujo y le acaban de declarar una enfermedad terminal, caracterizada por la simulación crónica, la traición perenne y el hambre eterna de la que se decía aliviado.
A Morena llegó jurando que había cambiado; que sus servicios al viejo sistema habían sido presionados, en contra de su espíritu y convicciones, auténticamente empatadas con las de ellos, declarándoles amor y pleitesía.
Ese fue el argumento con el que uso prestigio, membrete y cuadros morenistas, para crecerse en los últimos procesos electorales, pero no conforme con las prerrogativas acercadas por los votos de la 4T, pronto entró en terceras mercaderías.
Todavía con el cuento de que las simpatías lopezobradoristas soportan sus proyecciones electorales, se pusieron a vender decretos, exhortos, campañas y candidaturas a futuro, a perfiles contrarios al espíritu y los liderazgos de la Cuarta Transformación.
Los ejemplos abundan, pero para los efectos domésticos basta recordar los exhortos que desde el Senado y la Cámara de Diputados, promovieron en contra del Congreso local, por rechazar incrementos en el cobro de los impuestos prediales al Ayuntamiento de Reynosa.
Un posicionamiento que se votó por unanimidad, incluido, por supuesto, el apoyo de la entonces bancada del Verde, por quien la CASTREJÓN se atreve a desviar los motivos de su dimisión.
Fue por aquello, entre otras afrentas en contra de los postulados y liderazgos del Movimiento de Regeneración Nacional, que las diputadas KATALYNA MÉNDEZ, SILVIA CHÁVEZ y BLANCA ANZALDÚA, apuraron su salida de la bancada del Verde, para sumarse al grupo de MORENA en la representación popular tamaulipeca.
Al final del día, las tres siempre fueron reconocidas en su vena morenista, como activos en la construcción del segundo piso de la Cuarta Transformación y todos sabíamos que, si se postularon sigladas por el Verde, obedeció a una estrategia electoral, de las que en todas las elecciones ha habido.
Igual es público y notorio que el PVEM sin el acompañamiento de MORENA, es un cero a la izquierda, electoralmente hablando, por no entrar en detalle de la revisión de sus estructuras y dirigencias.
El boletín firmado por la dirigente nacional de ese partido, es la mayor muestra de sus limitaciones e iniquidades.
Decir que las diputadas cambiaron de bancada presionadas por el Gobierno estatal, acentuará las consecuencias de los yerros y desviaciones en la conducción del instituto político.
En plena conciencia de quién es quién, los tamaulipecos que en pasadas elecciones concedieron el sufragio al PVEM, porque representaba los postulados de la Cuarta Transformación y asomaban perfiles afines por ahí, no volverán a hacerlo con el divorcio manifiesto.
La sonoridad femenil igual buscará la forma de reclamar a la CASTREJÓN y su partido, la ofensa de pretender, públicamente, que las diputadas tamaulipecas no tienen el talento, intelecto y valor de decidir libremente de qué lado estar, en la representación popular tamaulipeca.
Alineadas aspiraciones y decisiones de política, en esta comunión histórica entre el pueblo y sus autoridades, los ciudadanos y sus representantes, ondean los principios y valores de honorabilidad, decencia, solidaridad social, lealtad y congruencia.
El cambio de bancada de las diputadas del Verde a Morena, en congruencia, sienta otro precedente justiciero qué pasa por la primicia tan morenista de que “el que la hace, la paga”.
Ninguna traición política quedará impune, veremos.
Quienes andan alborotados pretendiendo adelantar el reloj político y pensando que con terceras siglas van a darle la pelea al Movimiento de Regeneración Nacional, literal, van a seguir pagando las consecuencias de sus actos, inexorablemente.
Hoy ya tienen la garantía de que, con el PVEM, no han de llevarse las simpatías y adhesiones a las políticas, perfiles y acciones de los gobiernos de AMÉRICO VILLARREAL ANAYA y CLAUDIA SHEINBAUM PARDO.
Mismas, que son las opciones por los más vulnerables, inspiradas por ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR.
Con su pan se la seguirán comiendo.